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Jueves, 30 de julio de 2015
Límber Sosa Lara, director general del DIF Yucatán, dijo que desconoce lo que sucedió respecto al niño de 7 años que murió ahogado en la alberca de la iglesia cristiana “Fuente de Vida”, en el kilómetro 10 más 200 de la carretera Mérida-Valladolid, donde un grupo del Centro de Atención Integral del Menor en Desamparo (Caimede) estaba de paseo.
Ayer, en rueda de prensa, el funcionario indicó que el niño era parte de los visitantes que participaban en un campamento de dos días.
—No tenemos la información puntual de qué hubo en torno a este accidente. Estamos en espera de tener la información para ver quiénes fueron los responsables de lo sucedido —apuntó.
También comentó que hasta el momento lo único que se sabe es que la profundidad de la piscina donde estaban los niños es de 1.4 metros, pero reiteró que no tenía información en específico.
Por otra parte, señaló que en el campamento participaban 40 infantes y personal encargado de atenderlos, que tanto del recinto como de ese centro eran 30 personas.
Límber Sosa añadió que el cuerpo ya fue entregado a la familia y se les está acompañando y ayudando con los trámites requeridos.
El pequeño fue entregado al Caimede en 2014 por su madre, quien declaró que no podía hacerse cargo de él por problemas de salud.
En un comunicado se informó que anteayer elementos de la Fiscalía General tomaron conocimiento de la muerte del niño J.I.P.Y. cuando jugaba en la alberca.
De acuerdo con la necropsia realizada por personal del Servicio Médico Forense, la causa de muerte fue asfixia por sumersión. En el lugar se detalló que el suceso ocurrió pasadas las 17 horas del martes, cuando el menor se fue al fondo de la alberca, por lo que vanos fueron los esfuerzos por ayudarlo de varios de los que ahí se encontraban, incluido personal del Caimede.
Al lugar arribaron paramédicos para ayudar al pequeño, pero ya había fallecido.
