Noticias de Yucatán
La medida por la que distintos profesionales universitarios pueden dar clases de primaria sin necesidad de formarse en las normales para maestros es un paso en falso, un retroceso, porque la calidad de la educación depende de la preparación de los docentes, dice el maestro Julio Estrella González.
El subdirector académico de la Escuela Normal “Rodolfo Menéndez de la Peña” no puede evitar las contradictorias sensaciones que le brotan al hablar del tema. “Y no sólo es una equivocación, también es una falta de respeto al magisterio”.
Los maestros, prosigue, se forman en la Normal con cuatro años de práctica constante. “La experiencia del ciclo escolar pasado, cuando empezó a aplicarse tal despropósito, nos muestra que los psicólogos y antropólogos que aprobaron el examen para dar clases llegan a aprender ante los alumnos, en el aula comienzan a foguearse en la práctica docente que no tuvieron en su formación”, añade.
“La culpa no es de ellos, porque no estudiaron para enseñar”.
Tampoco saben planificar y el trabajo del maestro es muy organizado, muy sistematizado, algo que no se ha valorado, añade.
Esa medida, señala el maestro Estrella, supone decir que no son necesarios los conocimientos psicopedagógicos para enseñar, demuestra una total ignorancia del conocimiento profesional que hacen los docentes. Retos como la atención personalizada a cada alumno, la diversidad, la vigilancia de los conflictos en las aulas o la relación con los padres requieren habilidades específicas, que van más allá de los conocimientos teóricos sobre las materias.
“Esos muchachos aprobaron el examen que los faculta a pararse ante el salón porque se prepararon para una prueba, que sólo mide conocimientos, que no aprecia valores ni actitudes, porque las actitudes no se pueden medir, se ven, valoran. Pero al Ceneval eso no le importa. Nos trata como si todos debiéramos ser ingenieros, técnicos, especialistas en ciencias exactas”.
“El magisterio requiere una vocación especial, una sensibilidad, pero eso no lo mide el Ceneval”, concluye.
La medida por la que distintos profesionales universitarios pueden dar clases de primaria sin necesidad de formarse en las normales para maestros es un paso en falso, un retroceso, porque la calidad de la educación depende de la preparación de los docentes, dice el maestro Julio Estrella González.
El subdirector académico de la Escuela Normal “Rodolfo Menéndez de la Peña” no puede evitar las contradictorias sensaciones que le brotan al hablar del tema. “Y no sólo es una equivocación, también es una falta de respeto al magisterio”.
Los maestros, prosigue, se forman en la Normal con cuatro años de práctica constante. “La experiencia del ciclo escolar pasado, cuando empezó a aplicarse tal despropósito, nos muestra que los psicólogos y antropólogos que aprobaron el examen para dar clases llegan a aprender ante los alumnos, en el aula comienzan a foguearse en la práctica docente que no tuvieron en su formación”, añade.
“La culpa no es de ellos, porque no estudiaron para enseñar”.
Tampoco saben planificar y el trabajo del maestro es muy organizado, muy sistematizado, algo que no se ha valorado, añade.
Esa medida, señala el maestro Estrella, supone decir que no son necesarios los conocimientos psicopedagógicos para enseñar, demuestra una total ignorancia del conocimiento profesional que hacen los docentes. Retos como la atención personalizada a cada alumno, la diversidad, la vigilancia de los conflictos en las aulas o la relación con los padres requieren habilidades específicas, que van más allá de los conocimientos teóricos sobre las materias.
“Esos muchachos aprobaron el examen que los faculta a pararse ante el salón porque se prepararon para una prueba, que sólo mide conocimientos, que no aprecia valores ni actitudes, porque las actitudes no se pueden medir, se ven, valoran. Pero al Ceneval eso no le importa. Nos trata como si todos debiéramos ser ingenieros, técnicos, especialistas en ciencias exactas”.
“El magisterio requiere una vocación especial, una sensibilidad, pero eso no lo mide el Ceneval”, concluye.
