Noticias de Yucatán
Daniel Carrillo Polanco (*)
La flamante diputada federal priista Ivonne Ortega Pacheco inauguró en días pasados el restaurante “Casona La Yucateca”, en la calle de Moliere número 60, casi esquina con Masaryk, en Polanco, una de las zonas más exclusivas del D.F.
Esta apertura se concretó, se informa en nota publicada por el Diario, con una inversión millonaria y la ex gobernadora yucateca es socia, según el empresario restaurantero Gerardo Rejón.
Según la señora Ortega Pacheco, entre su labor empresarial y sus tareas legis- lativas no hay conflicto, porque “yo soy empresaria porcícola, ésa es mi principal actividad y es la primera vez que incursiono en esta actividad de la gastronomía”.
Un estudio de la consultora Cushman & Wakefield dice que la renta por metro cuadrado en edificios de esa zona ronda los 92 dólares.
¿Y de dónde salió el dinero para abrir un restaurante tan lujoso? ¿No será parte del multimillonario desfalco que hizo a Yucatán? De ser así, me parece que las ganancias que se obtengan deberían ser para todos los yucatecos.
Ciertamente un gobernador gana bien, pero no olvidemos que la señora Ortega aseguró y perjuró que durante todo su mandato iba a donar la mitad de su sueldo para becas, igual que supuestamente lo está haciendo ahora como diputada federal. Si así lo hizo, ¿de dónde sacó el dinero?
No sé si fue cierto eso de que “donó” su sueldo durante los lamentables cinco años que tuvo en sus manos la administración estatal y el dinero de los yucatecos, pero lo que sí fue real es que dejó a Yucatán en quiebra y con deudas que sarán saldadas cuando un recién nacido de ahora llegue a tener 45 o 50 años de edad.
Es una falta de vergüenza que una ex gobernadora que haya hecho una pésima gestión ahora se ostente como la próspera empresaria privada. Su pasión y su compromiso por Yucatán siempre se enfocaron a sus bolsillos.
Yucatán endeudado y ella y sus familiares con propiedades. Yucatán endeudado y ella como próspera empresaria. Yucatán endeudado y ella ocupando más cargos públicos, a sabiendas de cómo actuó mal ejerciendo y desviando un dinero que no era el suyo, pero que ahora le da frutos para su beneficio personal.
Una paradoja muy notoria: a medida que Yucatán se endeudaba más, la señora se enriquecía más. Eso es algo que resulta imposible de esconder. El único que no lo ha notado es Rolando Zapata quien prácticamente no ha hecho ni hará nada para proceder jurídicamente contra su antecesora.— Mérida,
Daniel Carrillo Polanco (*)
La flamante diputada federal priista Ivonne Ortega Pacheco inauguró en días pasados el restaurante “Casona La Yucateca”, en la calle de Moliere número 60, casi esquina con Masaryk, en Polanco, una de las zonas más exclusivas del D.F.
Esta apertura se concretó, se informa en nota publicada por el Diario, con una inversión millonaria y la ex gobernadora yucateca es socia, según el empresario restaurantero Gerardo Rejón.
Según la señora Ortega Pacheco, entre su labor empresarial y sus tareas legis- lativas no hay conflicto, porque “yo soy empresaria porcícola, ésa es mi principal actividad y es la primera vez que incursiono en esta actividad de la gastronomía”.
Un estudio de la consultora Cushman & Wakefield dice que la renta por metro cuadrado en edificios de esa zona ronda los 92 dólares.
¿Y de dónde salió el dinero para abrir un restaurante tan lujoso? ¿No será parte del multimillonario desfalco que hizo a Yucatán? De ser así, me parece que las ganancias que se obtengan deberían ser para todos los yucatecos.
Ciertamente un gobernador gana bien, pero no olvidemos que la señora Ortega aseguró y perjuró que durante todo su mandato iba a donar la mitad de su sueldo para becas, igual que supuestamente lo está haciendo ahora como diputada federal. Si así lo hizo, ¿de dónde sacó el dinero?
No sé si fue cierto eso de que “donó” su sueldo durante los lamentables cinco años que tuvo en sus manos la administración estatal y el dinero de los yucatecos, pero lo que sí fue real es que dejó a Yucatán en quiebra y con deudas que sarán saldadas cuando un recién nacido de ahora llegue a tener 45 o 50 años de edad.
Es una falta de vergüenza que una ex gobernadora que haya hecho una pésima gestión ahora se ostente como la próspera empresaria privada. Su pasión y su compromiso por Yucatán siempre se enfocaron a sus bolsillos.
Yucatán endeudado y ella y sus familiares con propiedades. Yucatán endeudado y ella como próspera empresaria. Yucatán endeudado y ella ocupando más cargos públicos, a sabiendas de cómo actuó mal ejerciendo y desviando un dinero que no era el suyo, pero que ahora le da frutos para su beneficio personal.
Una paradoja muy notoria: a medida que Yucatán se endeudaba más, la señora se enriquecía más. Eso es algo que resulta imposible de esconder. El único que no lo ha notado es Rolando Zapata quien prácticamente no ha hecho ni hará nada para proceder jurídicamente contra su antecesora.— Mérida,