Las “Abuelas de la Plaza Grande” demandan justicia

27 diciembre 2015
Noticias de Yucatán


Personas defraudadas por Crecicuentas Más terminan este año del mismo modo como lo comenzaron, protestando contra las autoridades que no hacen nada por resolver esa situación legal, indignados por la impunidad contra los responsables y afligidos porque a estas alturas no les dan ni siquiera esperanzas de que recuperarán sus ahorros.

Ayer parte de esos afectados, acompañados de simpatizantes de esa causa, realizó de nuevo las protestas sabatinas que acostumbra frente al Palacio de Gobierno. En el grupo estaban personas de edad avanzadas a las que se identifica como las “Abuelas de la Plaza Grande”, algunas de ellas son jubiladas que pusieron su dinero en esta organización de ahorro.

Las hay que son del interior del Estado, en particular de municipios del Sur, que viajaron hasta esta ciudad para participar en esa manifestación.

También estuvieron defraudados que residen en Mérida.

En esta ocasión, esa protesta incluyó una piñata con la imagen de la ex Fiscal y ahora diputada Celia Rivas. La figura de cartón tenía una banda y una corona al estilo de lo que se portan en los concurso de belleza, y en ambos se leía la frase “Miss Corrupción”.

La piñata fue colgada de un árbol, se balanceaba entre los carteles instalados ahí. En uno de ellos se señala que la primera demanda del caso se puso en febrero de 2013, fueron 14 expedientes sobre los cuales no hay resolución hasta ahora.

Otro cartel más tiene el emblema de la actual administración estatal con la frase “Sr. Gobernador, en Yucatán aún hay compromisos por cumplir. Cientos de personas perdieron su patrimonio en este fraude. ¡Exigimos justicia!”.

También se recuerda en ellos que los defraudados han realizado 69 plantones como el de ayer, y que en octubre de 2014 la ex fiscal Celia Rivas determinó que no habían encontrado delito en ese asunto y turnó el expediente a la Procuraduría General de la República sin notificar a los afectados.

En memoria de los afectados del fraude que han fallecido, los manifestantes llevaron una gran cruz negra con la palabra justicia escrita en ella.

Al igual que en otras ocasiones similares, quienes así lo quisieron pudieron escuchar de voz de los defraudados sus historias sobre cómo perdieron su patrimonio. Una mujer, esposa de un citricultor de Oxkutzcab, dijo que depositaron $180,000 que envió poco a poco su cónyuge durante el tiempo que fue bracero en Estados Unidos. El hombre regresó a la tierra confiado en la seguridad económica que le ofrecía ese dinero.

Otra mujer, de edad avanzada, manifestó que su esposo depositó en Crecicuentas el ahorro matrimonial y el de todos los hijos, a los cuales convenció para que también depositaran ahí su dinero.

El problema, como ya informamos, comenzó en 2012, cuando, según los denunciantes, surgió Crédito Mas, S.A. de C.V., dirigido por José Alberto Argáez López, quien ahora vive en el fraccionamiento Francisco de Montejo y cuya familia se benefició con lo defraudado, pues incluso se quedó con una decena de predios donde operaban oficinas de esa organización.

Crédito Mas, cuya marca registrada era Crecicuentas, era parte de la Federación Fortaleza Social, A.C., con sede en Guanajuato, la cual alertó sobre el problema a raíz de una auditoría y determinó que aquella ya no podía seguir operando ni captando recursos de sus ahorradores.

Ante ello, dicen los afectados, Alberto Argáez creó tres cooperativas: Cooperativa de Fomento Regional, Cooperativa Impulso Regional y Esperanza Equitativa, para lo cual utilizó a empleados de la agrupación, quienes más adelante denunciaron ante la Fiscalía que fueron engañados para obligarlos a firmar como socios de esas agrupaciones.

Además surgió nueva marca registrada, Hagamos Más. A ella, aseguran, se transfirieron fondos de Crecicuentas.

Manifestantes Memoria

Llevaron una gran cruz negra con la palabra justicia por los afectados fallecidos.

Historias

Al igual que en otras ocasiones similares, quienes así lo quisieron pudieron escuchar de voz de los defraudados sus historias sobre cómo perdieron su patrimonio.

Citricultor

Una mujer, esposa de un citricultor de Oxkutzcab, dijo que depositaron $180,000 que envió poco a poco su cónyuge durante el tiempo que fue bracero en Estados Unidos. El hombre regresó a la tierra confiado en la seguridad económica que le ofrecía ese dinero.

Ahorro matrimonial

Otra mujer, de edad avanzada, manifestó que su esposo depositó en Crecicuentas el ahorro matrimonial y el de todos los hijos, a los cuales convenció para que también depositaran ahí su dinero.
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