JERUSALÉN, Israel.- El máximo tribunal de Israel redujo el martes la condena impuesta al ex primer ministro Ehud Olmert, de seis años a 18 meses, tras aceptar en parte su apelación y absolverlo del principal delito de sobornos en su contra. El anuncio le significó una victoria moral al primer funcionario de su rango en ser enviado a prisión.
Olmert, de 70 años, fue condenado a seis años en marzo de 2014 en un amplio caso donde se le acusó de aceptar sobornos para fomentar un polémico proyecto inmobiliario en Jerusalén. En la época de los delitos, Olmert era alcalde de Jerusalén y ministro de Comercio del país, años antes de convertirse en primer ministro en 2006.
El exmandatario ha negado todas las acusaciones y se le ha permitido mantenerse fuera de prisión hasta que se conociera el resultado de su apelación, según publica The Associated Press.
Tras conocer el veredicto el martes, Olmert dijo estar "satisfecho" con su exoneración parcial, y añadió que seguía siendo "un día duro" pero que aceptaba la decisión.
"Me han quitado un peso de encima", dijo. "Ya lo he dicho antes: nunca me ofrecieron y nunca acepté un soborno y lo digo de nuevo hoy".
Tras conocer el veredicto el martes, Olmert dijo estar "satisfecho" con su exoneración parcial
Olmert se vio obligado a renunciar a principios de 2009 en medio de las acusaciones de corrupción. Su salida abrió camino a la designación del militarista Benjamin Netanyahu, y los esfuerzos de paz posteriores se vinieron abajo.
Durante años Olmert fue un líder de la derecha más estricta en Israel, pero luego empezó a adoptar una postura más moderada hacia los palestinos cuando fue viceprimer ministro hace una década. Jugó un papel clave en la retirada israelí de la Franja de Gaza en 2005.
Se volvió primer ministro en enero de 2006 después de que el entonces primer ministro Ariel Sharon sufriera una apoplejía. Más tarde lideró el recién formado Partido Kadima a la victoria en las elecciones parlamentarias, tras una campaña a favor de avanzar en las negociaciones de paz con los palestinos.
Olmert es un gran orador y rompió varios tabúes durante su mandato, advirtiendo por ejemplo sobre que Israel podría volverse como la Sudáfrica del apartheid si proseguía con su ocupación sobre los palestinos, y expresando su disposición a renunciar al control de partes de Jerusalén como parte de un acuerdo de paz.
Lideró a su gobierno hacia la conferencia de paz de Annapolis en noviembre de 2007, iniciando más de un año de un ambicioso, pero fallidos proceso de paz con los palestinos. Olmert disfrutó de una relación cálida con el entonces presidente de Estados Unidos George W. Bush.
Olmert ha dicho que hizo concesiones sin precedentes a los palestinos durante esas conversaciones -incluso un retiro casi total de Cisjordania y una oferta para compartir el control de Jerusalén- y que estuvo cerca de llegar a un acuerdo en el momento de su renuncia.
Los palestinos han dicho que su evaluación fue demasiado optimista.
En un documental reciente, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que Olmert había hecho una oferta seria, pero que lo presionó para que firmara el acuerdo sin que se le permitiera mirar un mapa con la frontera propuesta por Olmert. Abbas dijo que en ese momento, él también expresó sus dudas sobre la capacidad de Olmert para llevar a cabo un acuerdo debido a sus problemas legales y renuncia inminente.
Pese a sus planes ambiciosos, su mandato se vio ensombrecido por el secuestro de un soldado israelí en Gaza, pero en definitiva fueron las acusaciones de corrupción, que le habían perseguido toda su carrera, las que terminaron por costarle el cargo. A finales de 2008 se le obligó a anunciar su renuncia y dejó el cargo el año siguiente.
En otro caso diferente este año se le condenó a ocho meses de prisión por aceptar de forma ilegal dinero de un seguidor estadounidense. También ha apelado esa sentencia.