Martes, 29 de diciembre de 2015 - Edición impresa
Para los boleros del centro de la ciudad, el presente mes ha sido de poca demanda: durante esta temporada, aquella bajó hasta 50% respecto al año pasado.
En un sondeo hecho ayer entre boleros de la Plaza Grande, éstos consideraron que la causa de esa baja en el servicio sería la situación económica actual, que empeoró este año para todas las familias, las cuales apenas obtuvieron dinero para comprar lo necesario y ya no tenían tiempo o recursos para bolearse los zapatos.
Este servicio cuesta unos $25. En una buena jornada, un bolero puede ganar entre $250 y $300, pero en estos días algunos apenas han logrado obtener $100.
Varios boleros explicaron que la mayoría de quienes requieren de sus servicios es ya adulto, como los funcionarios de dependencias estatales y municipales y oficinistas, entre otros.
“Este año estuvo de la patada”, afirmó José Manuel Morales Salazar, que labora en la Plaza Grande. Detalló que esta temporada no hubo mucha demanda; al contrario, ésta descendió un 50%.
Terminó temprano
—Hace un año, para el 24 (de diciembre) vine a trabajar a las siete de la mañana y me fui hasta las ocho de la noche —relató—. Tuve que decirle a los clientes que se me había gastado la grasa, pero en realidad estaba cansado de tanto trabajar. Este 24 vine a la misma hora y me fui a las dos de la tarde porque no hubo mucho trabajo.
—Tengo bastante clientela, pero alrededor del 60 por ciento de mis clientes frecuentes no ha venido a darme mi aguinaldo —subrayó.
El bolero opinó que la gente está como “loca” comprando lo necesario para la cena de Navidad y ahora para recibir al Año Nuevo, por lo que no tiene tiempo para “echarse” una boleada.
Pedro Santos González, otro lustrador de zapatos, también manifestó que en esta temporada no hubo mucha clientela.
Comentó que por boleada cobra $25, precio que no ha modificado por temor de perder clientes.
“Nada, este mes ha sido muy bajo (en ganancias), muy poca gente ha venido a limpiarse los zapatos”, dijo.
Expuso que la demanda es baja porque ahora la mayoría de la gente prefiere usar calzado más moderno y que no necesita bolearse: tenis, zapatos de plástico o sandalias. —Abraham Bote Tun
