Esta semana Rosa Elena Farah Camacho, maestra del Centro de Estudios de Ballet Clásico (Cebac), comenzó en Nueva York el curso de certificación en el programa de entrenamiento del American Ballet Theatre (ABT), uno que, como indica la compañía estadounidense, “combina entrenamiento artístico de alta calidad con las bases de la salud del bailarín y el desarrollo infantil”.
Pero apenas un par de días antes de viajar a Nueva York –lo hizo el domingo pasado– Rosa Elena seguía sin creerse la “sorpresota”, como ella misma la llamó. Porque pensaba que sus 22 años la ponían en desventaja frente a otros solicitantes de admisión en el curso, mayores en edad. Así que no se esperaba que en mayo le informaran que la suya había sido una de las 40 candidaturas aceptadas entre un total de 700. Y “todavía no me la creo”.
El entrenamiento se divide en tres niveles. El primero, que comenzó el lunes 1 y durará 10 días, se centra en la capacitación en preballet y del primero al tercer años. En los siguientes meses se realizarán el segundo, en que se trabajará en el programa de cuarto a sexto grados, y el tercero, en séptimo y octavo y pas de deux. Se cursan materias teóricas y prácticas y se aplican exámenes escritos y orales (clases muestra). Para ser aceptado en cada uno de los dos últimos niveles hay que haber aprobado el anterior.
La idea de postularse surgió hace un año, cuando en una visita a esta ciudad María Elena Martínez, maestra de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, le aconsejó seguir estudiando. Pero Rosa Elena no quería apartarse mucho tiempo de su escuela, porque “el fin de mi vida es seguir trabajando con mis alumnas y crecer y avanzar con el nivel del ballet que hoy existe en el mundo”. Así que optó por la certificación del ABT, que en sus diferentes etapas debe completar en aproximadamente un año.
Como requisito se le solicitó que enviara fotos y vídeos de su actividad y un currículum, en el que consignó las clases que en distintas épocas ha recibido de maestros como Loipa Araujo, Madeline Rodríguez, Elvia Caballero y José Manuel Carreño y que le hicieron tomar conciencia de “cuánto había adquirido a lo largo de mi vida”. Ahora asistirá a las clases de profesores como Franco de Vita, director artístico de la Escuela “Jacqueline Kennedy Onassis” del ABT; Raymond Lukens, director artístico del National Training Curriculum, y Sascha Radetsky, ex solista de la compañía y actualmente director de la Maestría en Pedagogía de Ballet.
Con su madre, maestra Rosa Elena Camacho, directora del Cebac
Será también una oportunidad para conocer una metodología diferente de la cubana, que es la que hasta ahora Rosa Elena ha seguido. "Trabajar una técnica diferente es enriquecedor”, opina, además de que “cuando me preguntan qué es el American Ballet yo digo: es Harvard de ballet”.
Con la certificación Rosa Elena se convertiría en la primera maestra de una escuela de Yucatán en recibirla. En la más reciente lista disponible –de agosto de 2015– de profesores certificados por el ABT, casi la totalidad de los mexicanos reside en ciudades del centro y norte del país, sobre todo Monterrey. En el Sur hasta ahora hay únicamente dos personas certificadas: en Chilpancingo y Cancún.
“Mi meta como maestra”, señala Rosa Elena, “es estar al nivel que exige el público. El público ya no se asombra con cualquier cosa, es superexigente, tiene expectativas altísimas por lo que ha visto”.