Noticias de Yucatán
Donald Trump pagó 1.4 millones de dólares en 1998 para resolver una demanda colectiva en la que se le acusaba de contratar a inmigrantes polacos indocumentados para demoler un edificio donde sería erigida su torre insignia en Nueva York.
Donald Trump pagó 1.4 millones de dólares en 1998 para resolver una demanda colectiva en la que se le acusaba de contratar a inmigrantes polacos indocumentados para demoler un edificio donde sería erigida su torre insignia en Nueva York.
De acuerdo con documentos de la corte federal de esa
ciudad difundidos esta semana, la querella fue interpuesta por el
sindicato de trabajadores de la construcción, que argumentó que sus
representados habían sido afectados por la decisión del magnate de contratar a
inmigrantes que se encontraban de manera ilegal en el país.
Los documentos de la corte revelaron que en 1980
Trump empleó a 200 trabajadores polacos indocumentados para que trabajaran en
turnos de 12 horas, sin guantes, cascos ni máscaras, para demoler una
antigua tienda departamental.
Los subcontratistas utilizados por el ahora presidente de
Estados Unidos pagaron a los trabajadores una compensación tan escasa como
de 4 dólares la hora por un trabajo plagado de riesgos, lo que era menos de la
mitad del salario de empleados sindicalizados.
La demanda alegó que los subcontratistas pagaban a
los empleados de manera esporádica, si es que les pagaba.
El caso se originó en el verano de 1980, cuando el
republicano estuvo bajo presión para terminar la demolición del edificio Bonwit
Teller en la Quinta Avenida a fin de poder comenzar la construcción de su
proyecto emblemático, la Torre Trump.
El empleo de trabajadores inmigrantes en condiciones
deplorables inició un litigio de años de duración que Trump finalmente
resolvió en 1998.
El pago fue realizado por Trump, pese a que el ahora
mandatario ha sostenido que nunca llega a acuerdos fuera de las cortes.
Asimismo, el empleo de trabajadores indocumentados
sucedió pese a que uno de los ejes de su campaña presidencial, y de su actual
gobierno, haya sido combatir la migración indocumentada.
En 1998, Wojciech Kozak, uno de los trabajadores que
demolió el edificio describió al diario The New York Times que laboraban en
condiciones terribles y horrorosas.
Estábamos asustados como inmigrantes ilegales y no
sabíamos lo suficiente sobre nuestros derechos”, comentó.
Trump afirmó ante el juez que no tenía conocimiento del empleo
de trabajadores sin documentación, aunque un abogado de los trabajadores apuntó
que el ahora presidente amenazó con llamar a las autoridades para que
deportaran a los empleados cuando éstos se quejaron por el robo de salarios.
Con información de Excelsior