Los cubanos usan los condones no sólo para la anticoncepción y la protección contra las infecciones de transmisión sexual, también les dan ingeniosos para la pesca, fermentación de vino, arreglar ponchaduras de llantas o hasta para atar el cabello.
Los condones de látex se han convertido en la última herramienta “todo uso” en Cuba, donde la escasez de productos básicos ha obligado a los lugareños a convertirse en maestros de la invención.
Décadas de sanciones comerciales por parte de los Estados Unidos y una economía centralizada de estilo soviético disfuncional, ocasiona vacío en los pasillos de las tiendas de la isla. Cuando las importaciones están disponibles, se venden muy caras por parte del estado, y en el mercado negro pueden ser demasiado costosas.
Sin embargo, los condones, tanto los que se producen en el país caribeño como los importados de Asia, tienen una oferta abundante, en parte debido al enfoque estatal en la salud sexual. Los subsidios del gobierno los hacen baratos: una caja de tres condones cuesta menos de un peso mexicano.
Los usos del condón
A lo largo de la costa, se pueden ver condones inflados, llevando anzuelos cebados de líneas de pesca. Éstos permiten a los pescadores capturar peces más grandes .
Orestes Estévez utiliza los profilácticos en su improvisada bodega de vinos,cubre las botellas de jugo de uva con condones; el caucho se infla y regresa a su medida tras la fermentación para hacer la bebida alcohólica.
En los conciertos y las fiestas de cumpleaños de los niños, los condones inflados funcionan como globos.
En las estéticas, los aros de los condones son usados como bandas para el cabello para que los clientes se vayan contentos con sus peinados.
