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¿Será posible que exista un ganador de la intensa batalla comercial entre los Estados Unidos y China? ¿Ese ganador podría ser México? Tal escenario no está fuera de lugar, y a juzgar por el reciente desempeño del mercado cambiario, los inversionistas están asignando una probabilidad creciente al mismo.
El argumento es sencillo: si México logra un acuerdo comercial con Trump, y este alza barreras arancelarias contra China, el efecto neto es una reducción efectiva de los aranceles entre México y Estados Unidos.
Si China y México compiten por el mercado estadunidense, entonces los aranceles contra China son una bendición para las exportaciones mexicanas.
Por ejemplo, si ambos países compiten para exportar televisiones a los Estados Unidos, un arancel del 10% a las televisiones chinas sería casi como una devaluación equivalente del peso mexicano, en términos de la competitividad vía precios que los aranceles contra China significan.
O lo que es lo mismo: el peso mexicano podría apreciarse hasta un 10% y mantener la competitividad existente en el mercado estadunidense.
IMPORTACIONES
Una revisión a las principales importaciones estadunidenses de productos chinos muestra los siguientes rubros:
Maquinaria y equipo eléctrico.
Maquinaria e implementos mecánicos.
Muebles, lámpara e iluminación y construcciones prefabricadas.
Juegos, juguetes y artículos deportivos.
Plásticos.
Vehículos no ferroviarios.
Artículos tejidos de vestuario.
Calzado.
Las exportaciones chinas se encuentran muy concentradas en maquinaria y equipo, tanto eléctrico como mecánico, y otras manufacturas de mediana intensidad de capital (muebles, juguetes, plásticos).
El perfil de las principales exportaciones chinas a Estados Unidos es muy claro: productos de mediana intensidad de capital y especialización media, en mercados mayoristas cuyo volumen les permiten usar las economías de escala y así vender masivamente a costos extremadamente bajos.
El perfil de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos es distinto, pero sí hay sectores en la parte media en donde existe una competencia directa. Veamos cómo está compuesta esta lista:
Vehículos automotores no ferroviarios.
Maquinaria y equipo eléctrico.
Maquinaria y equipo mecánico.
Instrumentos ópticos, fotográficos, médicos y de precisión.
Muebles, lámpara e iluminación y construcciones prefabricadas.
Combustibles minerales, petróleo, aceites y derivados y sustancias bituminosas.
Frutas y nueces.
Vegetales, raíces y tubérculos.
COMPETENCIA
China y México compiten en algunos sectores muy importantes, de mediana intensidad de capital y especialización, basadas especialmente en una plataforma de bajos costos laborales. En especial, en el sector de maquinaria y equipo eléctrico y mecánico, el cual representa, grosso modo, la tercera parte del comercio de México y de China con los Estados Unidos.
Existe otro grupo de productos mexicanos en los que nuestro país sería muy competitivo, y aumentaría rápidamente el volumen de exportaciones si los aranceles y barreras comerciales a China son significativos y permanentes: plásticos, artículos de hierro y acero, neumáticos y artículos de vestuario.
Éstos tienen una competitividad bastante menor a la de sus competidores chinos, pero los productores locales podrían adaptarse rápidamente e incrementar su cuota de mercado en Estados Unidos en caso que, efectivamente, Trump cumpla su amenaza de establecer barreras comerciales.
Vale la pena acotar lo siguiente: los aranceles impuestos por Trump contra China están dirigidos, no son barreras generales al comercio sino a productos específicos, por lo que es necesario ver a detalle cuáles de esos productos son competidores directos de exportaciones mexicanas.
También, tengamos en cuenta que existen sectores mexicanos que hoy no son competitivos, pero que lo serían rápidamente si los aranceles contra China son significativos y permanentes. Fuente:dineroenimagen.
