Presuntos secuestradores de un grupo de cubanos pidieron un rescate de 2 mil 500 dólares a los familiares de éstos por su liberación. Pero antes de que los plagiarios concretaran la operación surgió una indisciplina de los retenidos.
Eso llamó la atención de los vecinos de la casa donde los cubanos estuvieron privados de la libertad días antes, así que reportaron los hechos de violencia al número de emergencia 911, lo que derivó en rápida movilización de agentes antisecuestros y grupos de élite de la Secretaría de Seguridad Pública, que rescataron a los cinco cautivos y detuvieron a dos sospechosos: un varón de origen cubano y una yucateca.
La operación policiaca fue limpia: sin disparos ni lesionados, con el 'factor sorpresa' que se realizó en la noche y con un desplazamiento táctico de alta escuela policial que dio resultados positivos.
Sin embargo, la intervención fue exitosa y sin hechos de sangre porque los presuntos secuestradores no son profesionales ni estaban armados.
La SSP dio parte a la Fiscalía General de delitos del fuero común y a la Fiscalía General de la Federación, que combate los delitos federales, de modo que esta última reportó la detención de los secuestradores.
Esto hizo que un grupo especial de ocho agentes de la Subprocuraduría Especializada en Investigaciones de Delincuencia Organizada (Seido) viniera a integrar la investigación, interrogar a los detenidos y recopilar información que los conduzca al grupo delictivo al que pertenecen.
Pero durante las investigaciones ministeriales salieron elementos que indican que es un caso de tráfico de personas con nexos internacionales en Cuba, México y Estados Unidos.