A pesar de laborar en uno de los sectores con mayor solidez financiera frente a la pandemia del Covid-19, los trabajadores del sistema bancario no han sido inmunes a la crisis de empleo que enfrentan millones de mexicanos.
A finales de abril, el primer mes de la Jornada Nacional de Sana Distancia que obligó a la suspensión temporal de actividades no esenciales, los 51 bancos comerciales que operan en el país contaban con 258 mil 257 personas contratadas por la propia institución o mediante subcontratación, una disminución de 9 mil 117 plazas con relación a marzo.
Se trata de la mayor salida de personal bancario de los últimos cinco años, desde abril de 2015, cuando la plantilla se redujó en 10 mil 700 puestos, de acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Al preguntarle por los trabajadores del sector, Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), aseguró que se mantienen sólidamente en sus puestos.
“Como somos una industria esencial, hemos tenido que mantener a todo mundo haciendo frente a la demanda que tenemos en medio de la pandemia. No hemos dejado de estar al frente en atención en sucursales, en centros telefónicos, a través de redes sociales y mediante páginas web”, dijo.
Sin embargo, la CNBV reporta que 23 bancos privados redujeron su nómina durante abril, 17 la ampliaron en al menos una plaza, nueve la dejaron sin cambio y dos no dieron información.
Con el total de su nómina contratada directamente y la cuarta mayor plantilla del sistema, CitiBanamex fue la firma donde más salió personal, con 7 mil 334 puestos.
Azteca fue el segundo banco, con 806 plazas menos, cuya totalidad de trabajadores están contratados por terceros y posee la mayor plantilla del sistema.
Meses antes de que se declarara en quiebra, Ahorro Famsa ya estaba despidiendo personal, cuya nómina subcontratada se redujo en 632 plazas durante abril.
HSBC reportó una baja de 75 empleados, Inbursa de nueve y BBVA de cinco. En cambio, Santander elevó su nómina en 276 puestos, Scotiabank en 136 y Banorte en 72, de acuerdo con la CNBV.
Al respecto, Marcos Ramírez, director General de Grupo Financiero Banorte, afirmó que han sido solidarios y no han despedido a personal ante la situación actual.
“Cuando tienes 30 mil empleados, alguno se va, pero por decisión propia, nosotros seguimos con las contrataciones de manera normal”, comentó el directivo a EL UNIVERSAL.
Explicó que la institución estuvo incurriendo en gastos que no tenía contemplados en su presupuesto para adquirir sanitizaciones, vinilos y otros productos.
“La decisión del presidente del Consejo, Carlos Hank González, fue no despedir ni a un sólo empleado”, aseguró Ramírez.
De las 32 entidades federativas, la Ciudad de México reportó la mayor salida de personas que laboraban en la red de sucursales y oficinas del sistema bancario.
En particular, la alcaldía Álvaro Obregón se quedó sin mil 139 empleados durante abril. Le siguió la Cuauhtémoc, donde 860 personas fueron removidas, y Benito Juárez, con 631 puestos menos.
La salida de personal está ligada con el cierre de sucursales, las cuales sumaron 12 mil 764 durante abril y fue el menor volumen de establecimientos a escala nacional desde noviembre de 2018, de acuerdo con la CNBV.
Las necesidades de bancarización en México reclaman más sucursales y empleados, expuso José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
A pesar de la salida de personal y el menor volumen de sucursales, la digitalización del sector y los esfuerzos por mejorar su eficiencia operativa permitieron a la banca privada alcanzar una utilidad neta de 9 mil 561 millones de pesos durante abril, casi cuatro veces las ganancias de 2 mil 612 millones registradas en marzo pasado.