En mayo, se agudizó la pobreza laboral en el país al alcanzar a 54.9% de los mexicanos, un aumento de 1.8% respecto de abril, lo que se atribuye a la reducción del empleo y a una caída en la actividad económica en el periodo, lo que afectó las fuentes de ingreso laboral de los hogares, informó Coneval.
En esos dos meses, 10.3% de los mexicanos salió de la pobreza laboral, pero 11.7% entraron en esa condición, lo que deriva de una caída de 6.2% del ingreso laboral al pasar de mil 516.93 pesos en abril a mil 422.24 en mayo, señaló el organismo al dar a conocer el reporte trimestral del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), que mide el porcentaje de personas que no puede adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral.
Coneval alerta que la crisis puede llevar la informalidad a una escala superior a la que tenía antes de la crisis, por lo que sugiere la creación de un seguro de desempleo contributivo, la renta básica ciudadana o un piso mínimo solidario, aplicar estas medidas a lo largo de la crisis, además de brindar apoyos fiscales a las empresas para que mantengan o aumenten su planilla laboral y créditos para las pequeñas y medianas empresas.
El reporte emplea los datos que arrojan las encuestas de empleo de INEGI e indica que las afectaciones de la contingencia sanitaria ocurrieron en magnitudes desiguales en el sector formal y el informal, con una reducción del empleo de 13.7% en el sector formal entre el primer trimestre y mayo de este año, y de 27.2% en el informal.
Pero a pesar de ser el sector informal en el que más empleos se perdieron, la mayor parte de las personas que salieron de la pobreza laboral pertenecen también a este sector de la economía, con un 27.4%, mientras que sólo 7.6% son parte de la economía formal.
En el informe trimestral previo, Coneval informó que antes de la pandemia, el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria (pobreza laboral) disminuyó de 38.7% que tenía en el primer trimestre de 2019 a 35.7% en el primer trimestre de 2020, gracias a un aumento nominal de 7.6% en el ingreso laboral, lo que a su vez se debió a un aumento de 18.1% del salario mínimo.
Ese avance había devuelto el indicador de pobreza laboral a los niveles que tenía antes de la crisis financiera de 2008-2009, durante la cual la proporción de personas que no pudieron adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral pasó de 32.9%, en el segundo trimestre de 2008, a 39.5%, en el tercer trimestre de 2009.
La pandemia llevó el indicador de pobreza laboral a lo más alto, como lo ilustra la caída de la masa salarial, que había alcanzado su punto máximo en el primer trimestre de este 2020, de 218 mil 345.97 millones, pero luego de Covid-19 se redujo a 176 mil 596.55 millones en abril y más aún a 163 mil 219.68 millones en mayo, una caída de 7.6% en un solo mes.
El reporte también muestra que las personas que entran en una situación de pobreza son en su mayoría informales que pierden su empleo y pasan a ser parte de la Población No Económicamente Activa (PNEA), con 19.7%, pero también las personas que salieron de la pobreza en abril y mayo son en mayor parte de este sector, con 27.4%, frente a 7.6% del sector formal, lo que tiene implicaciones negativas en materia de protección social.
“El mercado laboral informal está teniendo un papel más relevante que el formal cuando se trata de dejar de estar en una situación de pobreza laboral. En contraste, se observa que la ocupación formal sigue disminuyendo, lo cual es preocupante debido a que compromete el acceso a las prestaciones laborales de los ocupados y sus familias, entre ellas los servicios de salud”, señala Coneval, que consigna asimismo que el número de ocupados en sector el formal se redujo 13.7% entre el primer trimestre y mayo, mientras que en el informal disminuyó 27.2%.
E indica también que las caídas de la ocupación afectaron a los pequeños y a los grandes negocios, con 33.8% o 2.9 millones de empleados menos en el primer caso, y 32.8% o 1.7 millones de empleados menos en el segundo, pero la crisis ha golpeado más en número de personas a los micronegocios, con 6 millones de ocupados menos.