Gran consternación
se ha vivido en el mundo de los videojuegos después de que se dio a conocer que
el pasado 22 de febrero la gamer de Call of Duty Mobile de 19 años Ingrid Oliveira
-conocida como Sol- fue víctima de un feminicidio a manos de otro jugador
llamado Guilherme Alves Costa.
El gamer, quien era
conocido como Flashlight, asesinó a puñaladas a Sol en su casa ubicada en
Pirituba, al norte de Sao Paulo, en Brasil. Alves Costa se habría comunicado
con Ingrid Oliveira a través de mensajes un mes antes de perpetrar el
asesinato.
Sol pertenecía
al clan FBI eSports y apenas había incursionado en el mundo de los deportes electrónicos,
mientras que Alves Costa era parte del clan Gamers Elite.
Tras apuñalar y
matar a Oliverira, Guilherme Alves habría difundido un video del cuerpo a
través del grupo de WhatsApp del clan Gamers Elite, quienes dieron aviso a
la policía brasileña y además lo sacaron del grupo.
Cuando fue
aprehendido por la justicia, Alves calificó su conciencia como "muy
apta", además de revelar que mató a Oliveira "por placer".