(apro).- Después de seis meses de permanecer en el Centro de Reinserción Social (Cereso) para mujeres de Piedras Negras, Coahuila, por cometer parricidio, Andrea “N” obtuvo la libertad condicional tras comprobarse que el motivo para asesinar a su padre, Francisco “A”, fue porque durante más de 16 años abusó sexualmente de ella.
En noviembre de 2020 Andrea “N”, de 31 años, fue arrestada y sometida a juicio por seis meses. Inicialmente el proceso se inició por el delito de parricidio, dado el parentesco familiar, pero durante la audiencia de vinculación, el juez que llevó el caso reclasificó el delito tras aplicar la perspectiva de género.
Andrea “N” salió del penal acompañada de su abogada Vanessa Martínez, informaron medios locales.
A principios de noviembre, la acusada declaró que cuando regresó de viaje encontró en su casa el cuerpo de su padre, con más de 60 puñaladas, sin embargo, las autoridades encontraron inconsistente su relato y la llevaron a juicio.
Después de seis meses su abogada logró que el juez reclasificara el delito, y en lugar de parricidio se consideró homicidio cometido con violencia familiar.
El caso será llevado bajo el procedimiento abreviado, una figura del sistema penal acusatorio, en el que se negoció una pena a cambio de aceptar la responsabilidad.
La abogada explicó que estos casos conllevan condenas condicionales con una caución, pero en éste, el juez de control no impuso tal sanción. Se dictó una reparación del daño que ya se hizo parcialmente, indicó.
También aclaró que no existen restricciones para que Andrea “N” pueda estar con su hija, dado que ella y su esposo siguen teniendo la patria potestad.
“Está muy preocupada por el estigma social que pudiera enfrentar, de cómo la gente la vaya a recibir. Esa es la preocupación que ella tiene”, contó su abogada.
