De acuerdo con el dictamen del 31 de enero de 2023, días antes de que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) llevara a cabo una revisión técnica a la Afac con el objetivo de que ésta prepare la auditoría que le pueda devolver la categoría 1 en seguridad aeronáutica, la ASF reportó que el regulador mexicano, más allá del análisis de operaciones aéreas, no cuenta con otros mecanismos para identificar cómo empatar la regulación mexicana con las internacionales, bilaterales y multilaterales.
La Afac también reconoció que tiene diversos rezagos en cuanto a la armonización con las enmiendas propuestas por la Organización de Aviación Civil Internacional (Oaci), debido a que “el proceso de normalización de conformidad con la Ley de Infraestructura de la Calidad es demasiado extenso por todos los procesos jurídicos a los que son sometidas las normas oficiales mexicanas (NOM).
“Se ha promediado que, para dar atención a las normas y métodos recomendados a través de una NOM, el tiempo de su emisión es de tres años. Por otra parte, la falta de personal, así como su rotación y su carencia de especialización, ha repercutido para el cumplimiento en tiempo y forma de la armonización de las normas y recomendaciones aplicables al Estado mexicano”, agregó.