En Octubre de 2021 el Gobierno ruso presentó un teléfono que vendió desde el primer momento como una alternativa al iPhone de Apple. Este teléfono ha tenido un éxito ínfimo.
Este Xiaomi es una compra espectacular por solo 152 euros
Puede que recordéis cuando hace unas semanas hablamos de que Rusia prohibía el uso del iPhone a todos sus funcionarios relacionados con la política nacional. El gobierno ruso creía que, a través de estos dispositivos occidentales, era posible que hubiese algún tipo de injerencia durante las próximas elecciones presidenciales. Teniendo en cuenta la situación actual, es fácil ver por qué temen que así sea.
El caso es que, aunque suene a locura, en Rusia hace tiempo que el gobierno patrocina una alternativa propia al iPhone que, sin sorprender a absolutamente nadie, no ha sido especialmente popular. Nos referimos al AYYA T1, que durante su primer año no fue capaz de vender ni siquiera 1.000 unidades.
El "iPhone ruso", crónica de un fracaso anunciado
En octubre de 2021 este smartphone ruso se puso a la venta. Se produjeron 5.000 unidades, de las que sólo se habrían vendido 905. Eso es un pírrico 18% del total. El AYYA T1 se produce bajo la marca Smartecosystems, que forma parte del conglomerado Rostec, que a su vez forma parte del ente público ruso.
Los smartphones se fabrican en China y actualmente tienen un descuento del 50% con respecto a su precio original, lo que lo deja en unos 170 euros al cambio. Y, desde luego, las autoridades rusas no pararon de intentar vender el terminal como una alternativa potencial a los iPhone que ahora se han esforzado tanto en prohibir.
De hecho, el AYYA T1 sí se parece a un iPhone en el apartado visual (al menos a un iPhone X). En cuanto a sus especificaciones, tiene una pantalla de 6,55 pulgadas, una batería de 4.000 mAh, Android 11 y un procesador MediaTek Helio P70. No tenemos información sobre la cantidad de memoria RAM, pero todo apunta a que el AYYA T1 es, como mucho, un smartphone de gama media no especialmente sorprendente. Ni siquiera para su tiempo. Las comparaciones con el iPhone, por tanto, le quedan grandes.
Lo que hace interesante a este terminal es un botón dedicado para apagar el micrófono y la cámara, con el que el Gobierno ruso pretende convencer a los usuarios de que se pueden evitar las injerencias por parte de actores indeseados.
Sin embargo, aunque se hayan vendido menos de 1.000 unidades del teléfono, precisamente por ese "botón de seguridad especial" se han entregado 2.000 unidades a agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad, así como a trabajadores de centrales nucleares rusas. Esto significa que, de las 5.000 unidades producidas, muy pocas llegaron a estar disponibles en el mercado.
Además, Apple y Samsung dejaron de vender teléfonos en Rusia desde el inicio de la guerra con Ucrania. Por si fuera poco, hace 3 años que Xiaomi domina el mercado ruso con mano de hierro. Actualmente otras firmas chinas se reparten el pastel del mercado de smartphones del país, según la fuente.