Y esto puede, efectivamente, solucionar la incidencia en algunas ocasiones, pero en el grueso de ellas hará perder tiempo a todos ya que en realidad el problema suele encontrarse dentro del domicilio y sin que el operador pueda realmente hacer nada. Por fortuna, la solución puede estar mucho más cerca de lo que pensamos, siguiendo los pasos que detallamos a continuación:
1. Buscar una óptima ubicación del 'router'
En casi todos los hogares, este equipo es ocultado como algo tosco que no debe estar a la vista de todos, y por este motivo, se ubica en muebles para el televisor e incluso armarios, sin considerar en ningún momento si la posición del routerinfluye en la señal. La respuesta corta es, sí: dónde coloquemos este aparato puede resultar determinante para obtener una buena señal o por el contrario, dejar en sombra partes de la casa.Los expertos recomiendan colocar elrouter en el centro exacto del domicilio, ya que de esta manera la señal llegará con la misma intensidad a prácticamente todos los rincones de la casa. Ahora bien, esto no siempre es sencillo de poner en práctica, puesto que el router debe estar cerca de la toma de teléfono o fibra óptica, aunque si se puede, conviene tirar un poco de cable para buscar la posición más central.
2. Intentar emplear el cable en los dispositivos de más consumo
Ahora que la televisión en streaming se encuentra en pleno apogeo en nuestro país (Netflix, Movistar TV…), el volumen de datos que se descarga es muy elevado y, para evitar esperas o que la señal sea pobre, lo mejor es utilizar la conexión Ethernet ahí donde sea posible y dejar la inalámbrica para lo inevitable, como los tabletas o móviles.Esto es debido fundamentalmente a las pérdidas que experimenta el wifi por muy bueno que sea el router, y de hecho, los operadores sólo garantizan un ancho de banda determinado medido mediante toma de cable. En algunos hogares en Estados Unidos, con unas dimensiones muy superiores a los europeos, los usuarios están comenzando a colocar tomas Ethernet en las plantas superiores y en aquellos lugares donde esté el televisor o el ordenador, para garantizan un buen ancho de banda.
3. Huir de la cocina y de los baños
No parece que sea el lugar más habitual para colocar el router pero si la conexión está justo en una de estas estancias de la casa, malas noticias: tanto el microondas como los espejos del baño, reflejan o interfieren en la señal inalámbrica. Los primeros porque utilizan la banda de los 2,4 GHz, que es exactamente la misma que emplean los routers para transmitir la señal, mientras que en los segundos, los espejos hacen que ésta rebote.Otro tanto se puede decir de las paredes de hormigón o ladrillo, que absorben con mayor intensidad la señal haciendo que ésta pierda mucha fuerza.
4. Invertir en un buen 'router' y repetidores
Por lo general, los routers que suministran los operadores, aunque cumplen bien su función, no son los más rápidos del mercado. Si la velocidad de conexión en su domicilio no es consistente o considera que pierde mucho caudal, será conveniente considerar la inversión en un router 802,11 ac, y que cuente con una elevada potencia de señal si la instalación es grande.Een ese caso también puede compensar instalar repetidores de señal, de muy fácil instalación y que garantizan una conexión homogénea en toda la casa.