Al cumplirse dos siglos del comienzo del movimiento independentista, el monumento a Miguel Hidalgo, en la glorieta de la Libertad, permaneció a oscuras. La estatua del personaje histórico más conocido del país era casi inapreciable anoche.
Las luces, el color, la música y el baile estuvieron en otro sitio, en el Monumento a la Patria, convertido esta vez en sede de la tradicional ceremonia anual conmemorativa de esa efeméride. Miles de personas se congregaron ahí para ver al cantante Juan Gabriel, figura central del festejo por el Bicentenario en Yucatán.
Contra lo pronosticado, la noche fue cálida, con luna y estrellas, lo que animó a los meridanos a dejar sus casas y salir a festejar. Los restaurantes se llenaron, en las calles fluía un intenso tránsito de vehículos y el Paseo de Montejo fue concentrando a gente de todas edades.
A las 9:37 de la noche, cuando la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco y la alcaldesa Angélica Araujo Lara se presentaron para encender la nueva iluminación del lugar, todavía era escasa la gente.
La aglomeración apenas llegaba a la altura de la Escuela Modelo, pero para cuando el “divo de Juárez” empezó a cantar el gobierno estatal calculó que ya había 40,000 almas. A esa hora la multitud llegaba al monumento a Justo Sierra, no estaba compacta dejó un gran espacio donde se colocaron los fuegos artificiales, las tarimas para la televisión, vigilancia y vehículos oficiales.
Frente al Monumento a la Patria se instaló una gran tarima en cuyo techo estuvo una campana con larga cinta tricolor para que, como marca el protocolo, la tañera la gobernadora, al mismo tiempo que ondeaba el Lábaro patrio y vitoreaba a los héroes. Antes, actuaron un grupo juvenil, un mariachi y un ballet folklórico.
Como a las siete de la noche varias personas colocaron cintas rojas y amarillas y carteles en el monumento a Los Montejo, sin que intervenga la policía.
El color, la música y la alegría de los festejos patrios se unieron ayer para hacer frente a la amenaza del mal tiempo. “Karl” no pudo con ellos y perdió ayer de nuevo intensidad en su desplazamiento por el sur de la Península de Yucatán al bajar sus vientos máximos sostenidos a 65 kilómetros por hora.
Contra lo que se temía, “Karl” sólo causó inundaciones en Chetumal y no ocasionó más daños en Quintana Roo. Con entusiasmo el gobernador, Félix González Canto, exclamó al visitar una de las zonas inundadas a un grupo de señoras que tienen sus casas bajo el agua: “Hoy sí habrá Grito, no se suspende la fiesta”, a lo que una de ellas le respondió: “Sólo usted, porque nosotros daremos el Grito con los moscos”.
“Karl” dejó en Quintana Roo a 150 familias entre el agua en la capital de esa entidad.
En Mérida, miles de personas asistieron a la ceremonia del Grito, cuyo escenario fue por primera vez el Monumento a la Patria. Ivonne Ortega encabezó el acto. Después del evento cívico, el gran protagonista fue Juan Gabriel. Tanto el cantante como la gobernadora realizaron cambios de vestuario. Juan Gabriel primero lució una guayabera y después un traje charro, e Ivonne Ortega, un vestido Ibonica y un terno.
En Progreso, fuegos artificiales ocasionaron un incendio en el Palacio municipal. Durante veinte minutos, la ceremonia se suspendió, y la gente tuvo que ser desalojada. El fuego fue controlado y no se registraron daños de gran cuantía.
En la capital del país, la arenga del Presidente fue el colofón de un festejo largamente anunciado enmarcado por un espectáculo previo con carros alegóricos y mosaicos tradicionales de la historia, en una Plaza de la Constitución completamente llena, hasta el límite de lo previsto.
Acompañaron a Felipe Calderón funcionarios de Estado, representantes de otros países e invitados especiales, entre ellos Carlos Salinas y Vicente Fox.