Los triunfos y las derrotas también hacen perder la cabeza, como quedó demostrado ayer en dos municipios del interior del Estado: Espita y Chichimilá.
En Chichimilá, municipio cercano a Valladolid y tradicionalmente panista, ganó el PRI. El alcalde, José Edilberto Tzab Ortiz, quien recientemente renunció al PAN y se sumó a Nueva Alianza por imponer a un candidato, despidió ayer de su ayuntamiento a los panistas que no lo apoyaron en su rebeldía.
Enojados, los trabajadores estropearon y estuvieron a punto de linchar al tesorero municipal, Romualdo Puc Tuz, quien fue rescatado por la policía estatal.
En Nacuché, comisaría de Espita, municipio gobernado hasta ahora por panistas, unas mujeres priistas le restregaron su derrota a vecinas panistas y dejaron ensangrentada a una de éstas.
En Hocabá y Mayapán hay incertidumbre sobre el resultado, ya que turbas priistas quemaron boletas y material electoral inconformes por presuntas anomalías.
Ayer se anunció la que sería la primera marcha de protesta en el interior del estado por los resultados del domingo, en Tekax, pero a fin de cuentas se suspendió. En ese municipio ganó el PRI.
