Noticias de Yucatán
Al despacho de la alcaldesa, problema añejo sin respuesta
06/07/2010
Una queja vecinal no resuelta en el gobierno municipal anterior llegó al despacho de la alcaldesa Angélica Araujo Lara, con la esperanza de los quejosos de que esta vez sí obtengan respuesta positiva.
Se trata de la inconformidad por la contaminación auditiva causada por un restaurante-bar con servicio de karaoke ubicado en la calle 20 con 17 de la colonia México. El problema se presenta todas las noches de martes a sábado, pero a veces también en domingo y lunes, cuando el lugar se renta para fiestas privadas.
Patricia Rodríguez Medina, vecina de esa colonia, estuvo ayer en el Palacio Municipal acompañada de sus hijos para solicitar una cita con la presidenta municipal y exponerle ese caso. Le ofrecieron agendar su petición.
—En el trienio pasado estuve nueve meses dando vueltas de una oficina a otra haciendo trámites para que cesara el problema; sin embargo, no se hizo nada —manifestó.
—En ese entonces me atendieron el alcalde César Bojórquez, los directores de Gobernación y Desarrollo Urbano, María Fritz y Francisco Zetina, y otros funcionarios menores. El papeleo incluyó cartas, oficios, constancias y fotos, y me obligaron a dar un sin fin de vueltas.
—Francisco Zetina dio su palabra de que clausurarían ese lugar. Le respondí que no queríamos tal cosa sino que los dueños del lugar cumplieran las normas para controlar el ruido.
—Sólo se requiere hacer algunas adecuaciones al edificio para resolver el problema. Yo y mis hijos somos los más afectados por el ruido porque nuestra casa colinda con la parte posterior del establecimiento, por cuyas ventanas y puertas escapa el escándalo del interior.
La entrevistada dijo que su esperanza estaba en el cambio de gobierno, por ello es que ahora reanudó sus gestiones para solucionar el problema.
Se trata de la inconformidad por la contaminación auditiva causada por un restaurante-bar con servicio de karaoke ubicado en la calle 20 con 17 de la colonia México. El problema se presenta todas las noches de martes a sábado, pero a veces también en domingo y lunes, cuando el lugar se renta para fiestas privadas.
Patricia Rodríguez Medina, vecina de esa colonia, estuvo ayer en el Palacio Municipal acompañada de sus hijos para solicitar una cita con la presidenta municipal y exponerle ese caso. Le ofrecieron agendar su petición.
—En el trienio pasado estuve nueve meses dando vueltas de una oficina a otra haciendo trámites para que cesara el problema; sin embargo, no se hizo nada —manifestó.
—En ese entonces me atendieron el alcalde César Bojórquez, los directores de Gobernación y Desarrollo Urbano, María Fritz y Francisco Zetina, y otros funcionarios menores. El papeleo incluyó cartas, oficios, constancias y fotos, y me obligaron a dar un sin fin de vueltas.
—Francisco Zetina dio su palabra de que clausurarían ese lugar. Le respondí que no queríamos tal cosa sino que los dueños del lugar cumplieran las normas para controlar el ruido.
—Sólo se requiere hacer algunas adecuaciones al edificio para resolver el problema. Yo y mis hijos somos los más afectados por el ruido porque nuestra casa colinda con la parte posterior del establecimiento, por cuyas ventanas y puertas escapa el escándalo del interior.
La entrevistada dijo que su esperanza estaba en el cambio de gobierno, por ello es que ahora reanudó sus gestiones para solucionar el problema.