Hasta tamales
Entrevistado sobre los conceptos de esas facturas, este presunto proveedor dijo: "no me acuerdo exactamente, ofrezco muchos servicios, desde audio, iluminación, seguridad, logística, tarimas, escenarios, hasta diseño gráfico, todo lo que tiene que ver con el espectáculo".
"También me dedico al mantenimiento de casas, teatros y oficinas; hago de todo, hasta vender tamales si hace falta, ya sabe lo duro que está la situación...".
Según la Secretaría de Hacienda, todas las facturas de Urtaza Vázquez tienen el mismo concepto genérico de "servicios de cobertura y publicidad de programas y obras del Poder Ejecutivo del Estado", sin especificar de qué servicios se trata.
Banquetas
Hasta hace unas semanas, Urtaza ofrecía sus servicios en el domicilio de su mamá, en la Carranza. Ahora despacha en Francisco de Montejo.
Otro caso de un mini empresario convertido en gran proveedor es Maritza Elidé Ladrón de Guevara Frey, que ha facturado más que Urtaza: $2.620,000 entre enero de 2009 y septiembre de 2010, a través de una factura de $405,000 entregada en 2009 a la CGCS y cinco facturas de $363,000 y una de $400,000, emitidas en los primeros nueve meses del año pasado. En todos los casos las facturas son por "servicios de cobertura y publicidad de programas y obras del gobierno del Estado".
En el medio publicitario de Mérida no hay una sola referencia al trabajo profesional de Ladrón de Guevara Frey, aunque ese mismo nombre aparece en el Padrón de Contratistas de Obra Pública del Ayuntamiento de Motul de 2010, como responsable de dos contratos: uno de $178,252, por la construcción de guarniciones y banquetas en la calle 20 entre 23 y 25; y otro por $999,990 por el mismo concepto, pero en la calle 26.
Las cuentas de estos proveedores quedan chicas respecto a las de otras personas que han facturado cantidades superiores a los seis millones de pesos en dos años por supuestos servicios publicitarios, pero que carecen de antecedentes profesionales.
Escándalo
Uno de los casos más escandalosos descubiertos por Central 9 es el de Luis Hernán Pérez Canul. A esta persona nadie la conoce en el gremio de publicistas o de consignatarios de publicidad, pero facturó $6,130,900 entre enero de 2009 y septiembre de 2010. En 2009 emitió las siguientes facturas a la CGCS: nueve por $46,600, una por $75,000, dos por $115,000, una por $125,000; una por $200,000 y tres por $400,000.
El concepto es el mismo de todas las empresas "fantasmas" del gobierno: "servicios de cobertura y publicidad de programas del Poder Ejecutivo".
En algunas facturas de esta persona se amplía el concepto y se le atribuye a Pérez Canul la autoría de campañas como "sonidos de Alemania" e "inaguración del Otoño Cultural" en 2009, del Instituto de Cultura de Yucatán o las campañas de "cáncer de mama, feria de la ciencia y tecnología, pago de tenencia y reemplacamiento o afiliación al Seguro Popular", que son campañas elaboradas por dependencias del gobierno.
"Iguala"
En otros casos, como en las facturas de 2010, Pérez Canul y el gobierno del Estado ya no se preocupan por precisar los conceptos de los supuestos pagos. Ese año, Pérez Canul simuló cobros a la CGCS por $3.881,500, divididos en nueve facturas mensuales de $403,500 cada una y una más por $250,000. Todo ese dinero a cambio de supuestos "servicios de cobertura y publicidad de programas y obras del gobierno del Estado", durante cada uno de los meses de 2010, una especie de "iguala" por trabajos inexistentes.
Las facturas de Lenin
Junto a Pérez Canul figura otro proveedor favorito: Lenin Amilcar Ham Flores, también sin una sola referencia profesional en la publicidad y quien facturó $1.745,000 en 2009 y $4.234,500 en los primeros nueve meses de 2010, para sumar un total de $5.979,500. Se presume que esta persona facturó también otros $430,000 en 2010 a nombre de la sociedad ficticia Representaciones Lenin.
En la lista de proveedores privilegiados aparece igualmente Luis Abram Sosa y Sánchez. Esta persona entregó facturas por $5.125,274 entre enero de 2009 y septiembre de 2010 a la Coordinación General de Comunicación Social.
Como en otros casos, en éste tampoco existe una sola referencia profesional del proveedor, salvo una que la vincula como chofer con licencia federal expedida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Informes recabados por Central 9 relacionan a Sosa con Mario Mena Castro, el director de Administración de la CGCS y uno de los principales operadores de la amplia red de empresas "fantasmas" de esa dependencia. Ambos se habrían conocido desde la época en que el ahora funcionario trabajaba como diligenciero en el Centro SCT de Yucatán, a fines del sexenio pasado.
Sosa y Sánchez entregó a Mena Castro facturas por $2.277,775 en 2009 y por $2.847,499 entre enero y septiembre de 2010, a razón de nueve facturas mensuales por $282,500, además de una factura única de $304,999.
Aquí, otra vez, el concepto es el de "servicio de cobertura...", es decir, una factura típicamente "fantasma.- Continuará.-HERNÁN CASARES CÁMARA
La red de proveedores "fantasmas" de la CGCS asciende a 74 empresas.
Comisión
Según Central 9, la mayoría de ellas cobra del 7 al 12 por ciento de comisión sobre la cantidad asentada en la factura, más el IVA.
Mecanismo
A través de este mecanismo la CGCS habría desviado $135 millones desde 2008, de un total de 524 millones del presupuesto total.