Publicada: 28 julio 2011
Fue la primera vez que Julio César apareció por el rumbo de Xoclán Xbech y su condición de indigente causó lástima entre las familias y los comerciantes, pero nadie le dio ayuda.
Sólo los niños Francisco Leonardo Cetina González y Jorge Alberto García Canul, de 11 y 9 años, se acercaron al discapacitado y le ofrecieron un pedazo de pan y un refresco embotellado. Apenas tuvo en sus manos el alimento, el discapacitado lo comió con desesperación y dijo: "Llevo quince días sin comer".
Las palabras incoherentes y la falta de información sobre su situación familiar y domicilio hicieron difícil que las familias del rumbo identificaran de quién se trataba y dónde vivía.
Guillén Lara dijo que vive con su esposa en una casita que está cerca de las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad en la colonia Mulsay. No sabe la dirección de su vivienda ni dio el nombre de su mujer.
Pedía $10 de limosna para juntar para la comida, pero el vaso que llevaba no tenía ningún peso hasta el mediodía.
Quienes conversaron con él y vieron su complexión delgada sospechan que padece un alto grado de desnutrición y alguna enfermedad de la piel, porque además tiene muchas laceraciones en el cuero cabelludo.
Hubo vecinos que recordaron que el discapacitado perdió la pierna porque lo atropelló un tren, cuyas rieles están en ese rumbo. Sin embargo, no estaban seguros si se trataba de la misma persona porque el accidente ferroviario ocurrió hace tiempo.
Los niños Jorge García y Francisco Cetina informaron que vieron cómo se arrastraba el discapacitado desde la calle 122 con Avenida Juan Pablo II y les dio pena. Entonces pidieron un trozo de pan y un refresco, y cruzaron la avenida para darle el alimento al hombre.
"Me dio pena ver cómo se arrastra, pobrecito. A lo mejor no ha comido", señaló Jorge Alberto García Canul, de 9 años.
En su recorrido, el discapacitado se detuvo frente a una agencia de cervezas y con una sonrisa dijo: "Dénme aunque sea una cheva. Tengo hambre".
Su petición no fue atendida porque Guillén Lara estaba expuesto al peligro. Su recorrido es de alto riesgo porque cuando no hay acera invade el pavimento. Cuando hay automóviles los rodea para continuar su difícil viaje
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