Ayer no abrió Copisistemas, uno de los negocios de Plaza Montejo, frente al lugar donde se construye el "paso deprimido". A una esquina de ahí, en otro conjunto comercial, el restaurante Go Green redujo tres horas su jornada diaria.
-No hay clientes, es la queja generalizada en la víspera del cierre de la primera semana de trabajos del polémico túnel.
En el interior de los negocios, los empleados permanecen inactivos, ven la TeVe, usan las computadoras para "chatear", conversan, se aburren y se preocupan por su futuro. Entre ellos hay jefes de familia, amas de casa, jóvenes que se pagan sus estudios y recién casados, parte de ellos tiene deudas.
Son de oficios diversos: vendedor de mostrador, cajero, cocinero, repartidor, oficinista, encargado de limpieza, mesero, obrero, acomodador de autos...
Los dueños no saben qué hacer. Ya no piensan en recuperar sus ventas sino evitar que sigan en picada. Rechazaron la oferta de apoyarlos con créditos.
-No queremos préstamos, no podemos pagarlos -dijo Isabel Romero Franco, propietaria de la tienda de deportes El Caballo de Hierro, uno de los negocios que vio desmoronar sus ventas.- Hansel Vargas Aguilar
A punto de cerrar la semana, empresarios de la "zona cero" siguen con sus ventas en picada.
Afecta a todos los giros
El daño ocurre en negocios grandes y pequeños, próximos o lejanos a la glorieta, de todos los giros. Ninguna autoridad acude en su ayuda.
Ejemplos
La titorería Max, El Vaticano (vende artículos religiosos) y Party Land (artículos para fiesta) tienen pocas ventas. El cambio de vialidad en ese lugar ahuyentó a los clientes.