Noticias de Yucatán
Angustiada porque su hija de 17 años había reprobado
varias materias, una madre meridana contrató a un joven profesor para que le
impartiera asesorías en materias físico-matemáticas, pero el maestro incluyó
también clases de seducción.
Con las hormonas a todo lo alto, el maestro vio la mesa
servida y terminó encandilando a la adolescente e incluso siguieron viéndose, a
escondidas y deshoras de la noche, a pesar de que ya había concluido el periodo
pactado para las clases particulares.
La mujer interpuso una denuncia por abusos deshonestos
contra Eddie Francisco Grajales, de 25 años, a quien contrató como maestro de
física, química, álgebra, aritmética y geometría analítica.
Sin embargo, el profesor no le dijo que las clases
tendrían un plus, pues para soportar el tedio de esas aburridas materias entre
las pausas le enseñaría otras artes.
En su querella, Mónica G.S. señaló que contrató a Eddie
Grajales para que asesorara a su hija en dichas materias, pues las había
reprobado.
Todo iba bien, pues la adolescente se recuperó en sus
estudios y hasta aprobó cuatro exámenes. (¿Cómo no? si la chamaca estaba
motivada).
La madre de la joven estaba contentísima (si en ese
momento hubiera sabido) y con gusto le pagó a Eddie al dar por concluidas las
clases.
Sin embargo, la jovencita y el maestro continuaron
viéndose a escondidas y a altas horas de la noche.
No falto el chismoso que fuera a decirle a Mónica lo que
estaba ocurriendo, por lo cual comenzó a investigar hasta que una noche los
descubrió.
Molesta, del pelo sacó a su hija de la casa de Eddie y
acudió a interponer una denuncia contra el joven, y dijo que se arrepiente de
haberlo contratado como maestro.