Noticias de Yucatán
El sector privado de Yucatán ve con buenos ojos que el gobierno del Estado participe en el programa federal de infraestructura educativa e incluso algunos consideran que ese esquema podría aplicarse en otras áreas.
Lo que sí causó división de opiniones es si esa participación generará más deuda al Estado. Unos consideran que no y otros que sí, aunque estos últimos puntualizan que no se debe detener en si es deuda o no, sino en que se invierta de manera eficiente y transparente.
El Congreso del Estado aprobó por mayoría el pasado martes la autorización para que el ejecutivo estatal participe en el programa federal de infraestructura educativa, para lo cual le adelantarían recursos que le corresponden de años por venir, del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM).
Álvaro Mimenza Aguiar, presidente de la Canirac y del Consejo Coordinador Empresarial, expresó “bienvenido todo lo que sea inversión, más si es para infraestructura y se aplica con eficiencia, transparencia y da buenos resultados”.
El restaurantero comentó que se opondrían si fueran recursos para el gasto corriente, “pero si viene etiquetado y más para infraestructura educativa, esto sí es altamente positivo”, dijo.
En cuanto si eso representaría una deuda más para el Estado, el empresario opinó que “no sé si deuda sea el término correcto porque entiendo que es más adelantar recursos que le tocan a Yucatán, pero es mejor olvidar si es deuda o no, y exigir que se aplique de manera eficiente y transparente”.
Nicolás Madáhuar Boehm, presidente de la Coparmex-Mérida, señaló que invertir en infraestructura en el Estado es correcto y mejor si es en la educación, donde más se necesita.
“Lo importante aquí es que estos recursos se apliquen de manera transparente y eficiente, que arroje buenos resultados para el estado”, puntualizó.
Respecto a si será una deuda, el empresario expuso: “todo compromiso de pago en presente o futuro es deuda, pero no nos detengamos en eso. Lo que se debe hacer es tomarlo, invertirlo, más si es con tasas preferentes y para reponer a largo plazo”.
Mario Can Marín, presidente de la Canacintra, indicó que definitivamente es importante que se incluya a Yucatán en ese programa; además, representa una oportunidad de mejorar la calidad educativa.
“Es una buena opción dada la situación económica que atraviesa el país, y estamos conscientes en el sector empresarial que si se decidiera usar el programa se pasaría a consenso por el gobernador y traería múltiples beneficios pensando en el bienestar de la sociedad, el avance y desarrollo educativo”, dijo.
En opinión del dirigente no será una deuda, “es un adelanto de lo que le toca a Yucatán y una buena opción de ampliar los recursos para el Estado, lo cual genera además liquidez al sistema económico del Estado”.
José López Campos, presidente de la Canacome, manifestó que con el rezago educativo que existe en la región cualquier mecanismo para mejorar la infraestructura es bueno.
“Este programa es una acertada alternativa para resolver uno de los grandes pendientes de Yucatán, que es el rezago en infraestructura educativa. Es oportuno, hay que tomarlo y aplicarlo de manera eficiente”.
El líder de los comerciantes no consideró que esto implique contraer una deuda más del Estado. “Es un pago anticipado de recursos que le tocan a Yucatán”.
El sector privado de Yucatán ve con buenos ojos que el gobierno del Estado participe en el programa federal de infraestructura educativa e incluso algunos consideran que ese esquema podría aplicarse en otras áreas.
Lo que sí causó división de opiniones es si esa participación generará más deuda al Estado. Unos consideran que no y otros que sí, aunque estos últimos puntualizan que no se debe detener en si es deuda o no, sino en que se invierta de manera eficiente y transparente.
El Congreso del Estado aprobó por mayoría el pasado martes la autorización para que el ejecutivo estatal participe en el programa federal de infraestructura educativa, para lo cual le adelantarían recursos que le corresponden de años por venir, del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM).
Álvaro Mimenza Aguiar, presidente de la Canirac y del Consejo Coordinador Empresarial, expresó “bienvenido todo lo que sea inversión, más si es para infraestructura y se aplica con eficiencia, transparencia y da buenos resultados”.
El restaurantero comentó que se opondrían si fueran recursos para el gasto corriente, “pero si viene etiquetado y más para infraestructura educativa, esto sí es altamente positivo”, dijo.
En cuanto si eso representaría una deuda más para el Estado, el empresario opinó que “no sé si deuda sea el término correcto porque entiendo que es más adelantar recursos que le tocan a Yucatán, pero es mejor olvidar si es deuda o no, y exigir que se aplique de manera eficiente y transparente”.
Nicolás Madáhuar Boehm, presidente de la Coparmex-Mérida, señaló que invertir en infraestructura en el Estado es correcto y mejor si es en la educación, donde más se necesita.
“Lo importante aquí es que estos recursos se apliquen de manera transparente y eficiente, que arroje buenos resultados para el estado”, puntualizó.
Respecto a si será una deuda, el empresario expuso: “todo compromiso de pago en presente o futuro es deuda, pero no nos detengamos en eso. Lo que se debe hacer es tomarlo, invertirlo, más si es con tasas preferentes y para reponer a largo plazo”.
Mario Can Marín, presidente de la Canacintra, indicó que definitivamente es importante que se incluya a Yucatán en ese programa; además, representa una oportunidad de mejorar la calidad educativa.
“Es una buena opción dada la situación económica que atraviesa el país, y estamos conscientes en el sector empresarial que si se decidiera usar el programa se pasaría a consenso por el gobernador y traería múltiples beneficios pensando en el bienestar de la sociedad, el avance y desarrollo educativo”, dijo.
En opinión del dirigente no será una deuda, “es un adelanto de lo que le toca a Yucatán y una buena opción de ampliar los recursos para el Estado, lo cual genera además liquidez al sistema económico del Estado”.
José López Campos, presidente de la Canacome, manifestó que con el rezago educativo que existe en la región cualquier mecanismo para mejorar la infraestructura es bueno.
“Este programa es una acertada alternativa para resolver uno de los grandes pendientes de Yucatán, que es el rezago en infraestructura educativa. Es oportuno, hay que tomarlo y aplicarlo de manera eficiente”.
El líder de los comerciantes no consideró que esto implique contraer una deuda más del Estado. “Es un pago anticipado de recursos que le tocan a Yucatán”.