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Asociaciones civiles en defensa de los derechos humanos de mujeres, padres de familia y estudiantes denunciaron este miércoles abuso y tortura en contra de un estudiante en la escuela primaria “Álvaro Obregón”, de la subcomisaría meridana de Xcanatún.
Al alumno le fue retirado su “sombra o monitor”, desde el pasado 7 de diciembre, a pesar de tener Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
En rueda de prensa, la representante legal que lleva el caso del menor, Mirna Cortés, aseguró que esta acción de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (Segey) “violenta los derechos de la infancia vulnerable y de quienes a diario acuden a las aulas con alguna discapacidad”.
Recordó que, a pesar de que el Juez Primero de Distrito, René Rubio Escobar, sentenció el otorgamiento al menor de una “sombra” consistente en un psicólogo especialista en TDAH, que corrió a cargo de Felipe Santiago Rodríguez, el pasado viernes 7 de diciembre la Segey le retiró, sin avisar, esta ayuda.
Llamado a autoridades
Por su parte, la madre del menor, Anabel Cortés, explicó que su hijo está cursando el quinto y sexto grado, en un programa especial que se denomina “extraedad”, pues por sus condiciones especiales se ha retrasado en algunas materias y debe concluir la primaria el siguiente año.
Al borde del llanto, la madre de familia relató que de no devolverle la “sombra” a su hijo, él tendrá que continuar con sus clases durante seis meses sin atención especial, considerando que el curso escolar debe concluir hasta junio próximo.
Por ello, pidió al gobernador Mauricio Vila Dosal y a la Secretaría de Educación, Loreto Villanueva Trujillo, a que tomen cartas en el asunto y se interesen por devolverle al psicólogo especializado en TDH, el cual le era de mucha ayuda en la toma de clases.
Acompaña de su representante legal, Anabel Cortés precisó que el día que le retiraron la “sombra” a su hijo, el psicólogo Felipe Santiago Rodríguez sólo llegó para despedirse de él; lo dejó solo en el salón, hasta donde llegó un profesor burlarse de él y decirle que se había muerto su gato, lo que lo puso en crisis.
Denunció que desde que iniciaron con el proceso legal y se ampararon, las autoridades escolares tomaron represalias contra ella, hasta el grado de no avisarle sobre los días de juntas, entrega de calificaciones o suspensión de actividades por un día en particular.
Fuente Sipse
