Al pasar un camión transportista de granos por la báscula de la empresa “Kekén”, marcó un peso superior al del vehículo y la góndola, por lo que se procedió a una revisión y se detectó que en el camarote estaban sacando en forma clandestina varios bultos de soya; al verse sorprendido el chofer, no supo explicar su proceder, por lo que se dio aviso a la policía, que formalizó la detención del desleal empleado.
El caso se turnó al Juzgado Segundo de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida, a cargo del Licenciado Luis Edwin Mugarte Guerrero, por denuncia del Licenciado Miguel Bargas Díaz, apoderado legal de la citada empresa.
Tras ser puesto a disposición a José Mauricio Martín Canché Cauich, se le formularon cargos por el delito de robo calificado, donde inicialmente se le impuso como medida cautelar la prisión preventiva, sin embargo, al ser vinculado a proceso penal por el Juez, su defensor José René Sánchez Gil solicitó la revisión de la medida cautelar y al acreditar el arraigo domiciliario de su representado, se le dejó libre, pero con un brazalete localizador en un tobillo y otras medidas, entre ellas la prohibición de salir del Estado, acudir a firmar cada mes y estar sujeto a vigilancia del Centro Estatal de Medidas Cautelares.
Los hechos se registraron el pasado 9 de febrero, en la planta denominada “Kekén”, ubicada en la carretera Komchén-Cosgaya, los agentes de la Secretaría de Seguridad que acudieron al reporte de auxilio se entrevistaron con un empleado, quien dijo que al estar saliendo de la empresa el chofer José Mauricio Martín, a bordo de un camión con placas 960-BW-7, luego de descargar pasta de soya, al pasar por la báscula para abandonar la misma se marcó una diferencia con un exceso de peso con respecto al camión y la góndola.
Ante tal situación, se procedió a revisar la cabina, también conocida como camarote, y se detectaron 5 bultos con un peso de 70 kilos cada uno de alimento conocido como pasta de soya, por lo que al no poder justificar su proceder se le detuvo y consignó ante las autoridades competentes.
Cabe señalar que entre las medidas cautelares impuestas al imputado, luego de abandonar la prisión preventiva, además del brazalete localizador se le fijó el depósito de una garantía económica de 5 mil pesos para depositar dentro de los siguientes 10 días hábiles.
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