Ante legisladores de la Cámara de Diputados la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Josefa González, declaró que se desconoce el impacto ambiental que causará la construcción del Tren Maya en el sureste del país porque hasta el momento el gobierno se encuentra en la parte de licitación del proyecto ejecutivo.
En una reunión con la Comisión de Medio Ambiente de San Lázaro, la funcionaria detalló que hasta no contar con el proyecto ejecutivo del Tren Maya no es posible tener una MIA (Manifestación de Impacto Ambiental) porque “no se tiene la ruta siquiera que determinará los estudios que se van a licitar”.
“Aunque va a haber un impacto ambiental porque sí lo va haber, también habrá una mayor protección y una oportunidad de reforestación y protección a la biodiversidad, si vamos a estar en el territorio tenemos que cuidarlos más, el hecho de que va a pasar el tren no quiere decir que vamos a perder a los jaguares” apuntó.
Respecto a la consulta a las comunidades originarias dijo que corresponde a la Secretaría de Turismo hacer una consulta a los habitantes y la Semarnat se encargará de una consulta sobre la manifestación del impacto ambiental, sin embargo, enfatizó que no se tocarán las reservas de Calakmul y Sian Ka’an.
Aseguró que con este mega proyecto se plantea aumentar la productividad sostenible y la actividad turística de la región.
“Este proyecto es por el bien de México, primero los pobres, es para las comunidades, los olvidados, los desposeídos y los abandonados. No olvidamos, no mentimos y no traicionamos a nuestro pueblo originario” aseguró.
Sobre cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, la secretaria también dijo desconocer el impacto al medio ambiente por la falta de estudios y análisis en el predio y afirmó que cuando esto se realicé se conocerán las obligaciones del grupo aeroportuario para la restauración ambiental.
“Tenemos una manifestación de impacto ambiental que prevé la clausura del sitio, en este momento no tenemos información porque no se han hecho los estudios, estamos en una etapa previa a la clausura y a la cancelación”.
La funcionaria aseguró que en la refinería en Dos Bocas, Tabasco no hubo un desmonté de selva baja, pues sólo había vegetación secundaria de cocos y papayas , dijo que este lugar había sido ya utilizado y desmontado hace más de 25 años.
Sobre ello celebró que se haya impuso una multa a la empresa que causó la afectación además de un programa de mitigación en otro terreno.
El Economista.