La Agencia de Gestión Urbana (AGU) de la Ciudad de
México entregó un contrato, por 49 millones 977 mil pesos, a una empresa que
presuntamente inventó baches en el Océano Pacífico, simuló trabajos, y
falsificó documentos para defraudar al erario en 2018.
Tecnología Urbana Aplicada S.A
de C.V tenía que bachear las avenidas de las 16 alcaldías capitalinas. Sin
embargo, la compañía supervisora encargada de vigilar las obras, High Quality
Sytems S.A de C.V, denunció que la contratista solo hizo el 15 % de los
trabajos, y simuló el resto utilizando como comprobantes fotografías de
socavones que ya habían sido tapados en otras obras.
Para colmo, en el 15 % de los
trabajos realizados se detectaron presuntas irregularidades. Por ejemplo,
Tecnología Urbana aseguró que contaba con infraestructura y con material de
calidad para bachear las calles de la CDMX, pero la supervisora documentó en
fotos y videos que, en realidad, empleó cascajo con arena y piedra para tapar
hoyos, que se deshacía con la mano.
Además, identificaron que
presuntamente usaron bases de taxis como ‘almacenes’, y que transportaban el
material de obra en coches particulares y carretillas.
Creada en 2013 por el exjefe de gobierno capitalino,
Miguel Ángel Mancera, para vigilar la calidad de las obras públicas en la CDMX,
la AGU tuvo conocimiento de todas las supuestas irregularidades de Tecnología
Urbana Aplicada, y aun así liberó los pagos a la contratista.
Y lo hizo falsificando en
documentación oficial la firma de la responsable de la empresa supervisora para
avalar las obras, de acuerdo con una denuncia presentada ante el órgano de
fiscalización de la AGU.
El contrato por 49
millones 977 mil pesos para tapar los baches fue otorgado al final de la pasada
administración, con Jaime Slomianski como titular de la AGU, mediante
una licitación abierta en la que no hubo competencia con otras compañías.
De hecho, la empresa ganó la
licitación, pese a que su giro social es organizar campañas publicitarias con
edecanes, no contaba con experiencia en trabajos previos de bacheo, y tampoco
estaba registrada en el padrón de proveedores.
Ante las presuntas irregularidades,
Toshimi Jacob Hira, encargado de la dirección de fiscalización de la AGU en el
nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum, instruyó a la contraloría de la Secretaría
de Obras para que inicie una investigación por estos hechos.
Por su parte, Tecnología
Urbana declinó conceder una entrevista. Aunque, por medio de su representante
legal, negó de manera verbal haber cometido alguna irregularidad, y aseguró que
hizo todos los trabajos encargados en tiempo y forma.
En la imagen se aprecia cómo el material de bacheo en
frío es residuos de arena, piedra y asfalto.
Tapan baches con arena
El 30 de julio de 2018, la AGU contrató por 2 millones
843 mil pesos a High Quality Integrated Systems, para que supervisara las obras
que, ese mismo día, la dependencia contrató a Tecnología Urbana Aplicada
para que bacheara las avenidas de la capital, entre el 3 de agosto y el 1 de
noviembre de 2018.
Según la Ley de Obras de la CDMX, High Quality
debía validar que cada bache contratado fuera reparado y que la calidad del
material, así como de los trabajos, fuera la acordada. Era la
vigilante de la AGU a pie de obra; estaba obligada por ley a reportarle
anomalías, y a autorizar los pagos a la contratista, para que la dependencia
capitalina liberara los recursos.
Sin embargo, durante la
supervisión, High Quality documentó que Tecnología Urbana Aplicada cometió
múltiples irregularidades, de las que la AGU tuvo conocimiento antes de que
liberara el pago íntegro del contrato a esta empresa.
Por ejemplo, el 15 de octubre
de 2018, en un oficio dirigido a José Antonio Ruiz Maldonado, en ese entonces
jefe de la Unidad de Bacheo de la AGU, la supervisora dijo haber detectado que
baches tapados, días antes, ya estaban desgranados.
“Se presume materiales de mala
calidad y la deficiente aplicación de éste, además de la falta de mano de obra
capacitada, lo que, a su vez, deriva en malos trabajos de bacheo”, reportó la
empresa supervisora que tomó videos y fotografías, de los que este medio guarda
copia, en los que se muestran baches tapados con arena, grava, y asfalto, que
se deshicieron rascando incluso con los dedos.
Animal Político también
visitó varios puntos que Tecnología Urbana Aplicada bacheó, como las avenidas
De las Torres, Circunvalación, Ermita, y Guelatao, en la alcaldía Iztapalapa. Y
en todas encontró que, a pesar de que las vialidades habían sido bacheadas
apenas un mes antes, éstas ya se encontraban repletas de hoyos.
Baches tapados por la contratista se desgranaron por
completo a los pocos días.
En el mismo oficio, High
Quality añadió que, si bien por contrato Tecnología Urbana Aplicada debía tener
vehículos “con un máximo de tres años en uso” para realizar los trabajos, la
contratista usaba “vehículos chatarra” para transportar el material, y que,
además, utilizaba bases de taxis como almacén para guardar los costales con
material de bacheo; situación que también documentó en fotografías.
La empresa supervisora documentó que la contratista
utilizó camiones de la Agencia de Gestión Urbana para transportar material de
obra.
“Han utilizado taxis, camiones
de volteo, camionetas de redilas, vehículos particulares, motonetas, y hasta
carretillas, los cuales son vehículos chatarra que no cumplen con las
especificaciones contratadas”, se denunció en el escrito, en el que también se
apuntó que los empleados de la contratista no tenían seguridad social, y que no
contaban con elementos básicos de seguridad, como overoles con reflejante,
guantes, cascos, botas, así como tampoco gafetes de identificación.
En un video tomado por la supervisora, también se
aprecia que la contratista transportó material en un camión con logos del
gobierno de la Ciudad de México y de la propia AGU, lo cual podría implicar un
sobrecosto y una irregularidad, ya que la empresa fue contratada para hacer las
obras con sus propios recursos, y no con los de la dependencia que le pagó.
Falsifican firmas para validar
irregularidades
Dos días más tarde, el 17 de octubre de 2018, la
supervisora pidió por escrito a Ricardo Jaral Fernández,
exfuncionario de la dirección de Mejoramiento de la Infraestructura Vial de la
AGU, que interrumpiera los pagos a Tecnología Urbana Aplicada, debido a que
ésta no le entregaba los comprobantes de bacheo.
Y en otro oficio dirigido al exdirector de bacheo,
Ruiz Maldonado, la supervisora le envió un informe extenso con más
irregularidades, como que la contratista reportó el doble de baches de los que
tapó.
No obstante, Tecnología Urbana
Aplicada cobró los 49 millones 977 mil pesos íntegros de su contrato.
Esto fue posible, denunció
High Quality, porque sus firmas como empresa supervisora fueron falsificadas en
las estimaciones de pago a la contratista, y en el acta final de
entrega-recepción de las obras, lo que fue denunciado ante la contraloría de
obras de la CDMX.
En el caso de tres
estimaciones quincenales de pago, que Animal Político obtuvo por
transparencia, quien firmó “por ausencia” a nombre de la empresa supervisora,
fue, precisamente, José Antonio Ruiz Maldonado, el jefe de bacheo de la AGU, a
quien por oficio se le habían denunciado las presuntas irregularidades.
Sobre este punto, el
representante de Tecnología Urbana Aplicada aseguró que “firmar por ausencia”
se trata de una práctica legal. Sin
embargo, en el Prontuario Normativo de la Administración Pública de la
CDMX, se establece que un funcionario capitalino solo puede sustituir en sus
funciones a otro funcionario de menor rango, pero no a una empresa, ni a una
persona física.
Además, en la
entrega-recepción de trabajos, fechada el 4 de diciembre pasado, High Quality
también denunció que la rúbrica plasmada en el documento no correspondía a la
de su representante legal.
Todo lo anterior fue denunciado por la supervisora al
encargado de la dirección de atención a órganos de fiscalización de la AGU,
Toshimi Jacob Hira, quien instruyó a la contraloría interna de la Secretaría de
Obras, y a la dirección de asuntos jurídicos de la AGU, para que iniciaran una
investigación.
Por su parte, el exjefe de
bacheo de la AGU, José Antonio Ruiz Maldonado, declinó responder sobre estos
señalamientos, argumentando que ya no es funcionario público. Mientras que
Jaime Slomianski, extitular de la AGU, no respondió a los mensajes de este
medio solicitándole una entrevista.
Baches en el Océano
Además de lo expuesto,
Tecnología Urbana Aplicada presuntamente simuló trabajos que no realizó,
utilizando como comprobantes fotografías de obras anteriores.
Por ejemplo, en la Avenida
Estrada, entre Casimiro del Valle y Combate de Celaya, en Iztapalapa, la
contratista señaló en sus entregables a la AGU que tapó seis baches. Pero la
empresa supervisora detectó que éstos correspondían a “imágenes de contratos
anteriores”. Y lo mismo detectó en la Avenida Sonora, en la Condesa; en la
avenida Ceylan, en Azcaptozalco; y en Guelatao, por citar otros casos.
En la avenida Ermita, en Iztapalapa, Animal Político
constató durante un recorrido que, a pesar de que fue bacheada por Tecnología
Urbana un mes antes, la vialidad ya estaba repleta de hoyos y socavones.
Además, la profundidad a la
que, supuestamente, bacheó Tecnología Urbana Aplicada en estas avenidas, está
alterada: reportó haber bacheado a más profundidad de la que señalan las
mediciones tomadas por la supervisora en fotografías.
Serafín Castro, ingeniero de
High Quality encargado de supervisar el bacheo sobre el terreno, aseguró en
entrevista que Tecnología Urbana simuló trabajos con fotografías que le
proporcionó otra compañía.
“Tecnología Urbana tenía un
contrato con otra empresa, Ozone Ecological Equipment, y ésta le prestó
evidencia fotográfica para que pudiera sustentar los trabajos que, en realidad,
había hecho Ozone en un contrato previo. Es decir, hubo una presunta simulación
de trabajos”, subrayó Castro.
Animal Político constató
que existe un vínculo entre Tecnología Urbana Aplicada y Ozone Ecological
Equipment: aunque el fallo de la licitación y el posterior contrato figuran a
nombre únicamente de Tecnología Urbana, en el acta de apertura de la
licitación, cuya copia guarda este medio, esta empresa presentó un “convenio de
asociación” con Ozone Ecological, a partir del cual, Tecnología Urbana
aportaría el material de bacheo, y Ozone la mano de obra.
Esta presunta simulación,
también fue denunciada vía oficio el 20 de diciembre de 2018, ante la nueva
administración de la AGU. En el
escrito, obtenido vía transparencia, y que puedes consultar aquí, la
supervisora indicó que, de los 97 mil metros cuadrados de baches que Tecnología
Urbana Aplicada debió tapar entre el 3 de agosto y el 1 de noviembre pasados,
ésta completó 15 mil metros cuadrados, el 15 %.
Este medio también tuvo acceso
a uno de los reportes en el que la supervisora analizó, entre el 6 de agosto y
el 5 de septiembre, 22 mil 912 baches que Tecnología Urbana reportó como
trabajados ante la AGU.
De esos casi 23 mil baches, 7,
611, el 29 %, ya habían sido tapados y pagados en contratos anteriores.
6, 235 baches, el 27 %, o bien
no existen y fueron inventados, o correspondían a vialidades que no fueron
trabajadas, o llevan hasta coordenadas remotas.
Por ejemplo, Tecnología Urbana
reportó que tapó baches en la avenida Nuevo León, entre las calles Emiliano
Zapata y Puente Urrutia, en Xochimilco. Pero las coordenadas que reportó
como prueba de su trabajo, al introducirlas en Google Maps, conducen hasta un
punto perdido en mitad del Océano Pacífico.
La contratista
reportó haber tapado baches en coordenadas que conducen hasta un punto remoto
en el Océano Pacífico.
Los otros 6, 648 baches, el 29
%, sí fueron trabajados. Pero ya se encontraban desgranados a las semanas de
haber sido reparados.
Empresa de edecanes para
bachear
A pesar de que ganó un
contrato para bachear, en la sede de Tecnología Urbana Aplicada no hay
camiones, cuadrillas de trabajadores, ni almacenes. Se trata de un despacho en
un edificio viejo en la colonia San Rafael, en la Ciudad de México.
En el inmueble, un pasillo por
el que hay que caminar a oscuras, lleva hasta una puerta de la que salen
conversaciones que, contrario a lo que parece a simple vista, dan cuenta de que
el edificio no está abandonado.
Tras tocar el timbre, un joven
de unos veinte y pocos años abre la puerta del despacho, y deja a la vista una
pequeña oficina en la que hay otros dos hombres tecleando sobre un mobiliario
amarillento por el paso de los años.
–Aquí es la dirección (de
Tecnología Urbana), pero el encargado no está– dijo el empleado.
A continuación, se le
formularon preguntas básicas, como el mail de la empresa, la página
web, o algún teléfono de contacto, a las que el joven respondió a todo negando
con la cabeza.
El empleado encogió los
hombros y dijo que ignoraba, incluso, a qué se dedicaba la compañía para la que
trabaja.
–Ni idea, ¿eh?– respondió
espontáneo.
Ante la falta de respuestas, Animal
Político obtuvo copia del acta constitutiva en el Registro Público de
Comercio de la Ciudad de México, donde constató que Tecnología Urbana Aplicada
SA de CV fue creada en agosto de 2014 con diferentes giros, entre los que
figuran organizar actos promocionales y campañas publicitarias con edecanes,
actores y actrices, y dar servicios de limpieza.
La compañía tampoco no se encuentra en el padrón
de proveedores de la AGU. Además, en Compranet, el portal de
contratos de la Administración Pública, tampoco consta que tuviera experiencia
previa en trabajos de bacheo.
Con este perfil, el 17 de
julio del verano pasado, Tecnología Urbana Aplicada se presentó al concurso de
Licitación Pública LO-909005994-E09-2018, para hacer trabajos de bacheo en frío
en las avenidas primarias de la capital.
Trece días después, el 30 de julio, ganó el fallo
de la licitación. Y lo hizo, además, sin tener que competir,
porque a pesar de que en 2018 había 93 proveedores en el padrón de la AGU,
ninguna compañía se presentó a concursar.
El 3 de agosto de 2018, cuando
firmó el contrato con la AGU, Tecnología Urbana inscribió en el Registro de
Comercio el cambio de giro social por el de realización de todo tipo de
construcciones.
Aunque declinó conceder una
entrevista grabada, un representante de Tecnología Urbana aseguró que el cambio
de giro ya había sido acordado previamente por los dueños de la sociedad antes
de ganar este contrato. Aunque, dijo, el cambio no se formalizó antes por
trámites administrativos.
El representante de Tecnología
Urbana defendió que su empresa tenía la capacidad y el perfil para bachear la
ciudad. Incluso, acusó de actuar de mala fe a la supervisora, a la que dijo que
denunciaron por un presunto delito de extorsión el pasado 4 de diciembre, casi
un mes después de que terminara su contrato de bacheo (1 de noviembre).