La recusación promovida por la
empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), que opera una granja porcícola
que se instaló en Homún, fue declarada infundada por el Tribunal Colegiado que
conoció el recurso que se presentó en contra de la juez Cuarta de Distrito,
Miriam de Jesús Cámara Patrón.
Con esto, la juzgadora continuará conociendo el amparo presentado por niños y niñas de Homún y sus representantes en contra de la granja porcícola, pues estos “reclaman el derecho de la infancia a un medio ambiente sano, al agua y sus derechos como parte del pueblo maya”.
Cabe recordar que en diciembre
pasado, representantes de la empresa PAPO presentaron una recusación contra la
Juez cuarta de distrito, acusándola de parcialidad, luego de que ésta había
ordenado la suspensión de operaciones de la granja, como medida precautoria en
el juicio de amparo que promovieron los pobladores de Homún.
La recusación la declaró
infundada en su sesión del día de hoy el Tribunal Colegiado en Materias de
Trabajo y Administrativa del decimocuarto circuito, con Sede en el estado de
Yucatán, que conoció el recurso, según informó el equipo de la asociación civil
Indignación, quien brinda asesoría legal a los quejosos.
“Efectivamente, la recusación,
a juicio del equipo Indignación, no tenía sustento, pero tuvo como efecto
inmediato la paralización de las actuaciones del juicio, lo que impidió o
retrasó el desarrollo de pruebas periciales, es decir, la toma de muestras de
agua residual, de aire, de suelo y de alimento que suministran a los cerdos
para analizar en laboratorios y que tenía que hacerse precisamente en esos días
en la granja”, refiere este grupo en un comunicado.
Según se explicó, los
argumentos y razonamientos expuestos en la sesión para declarar infundada la
recusación se conocerán a detalle hasta que se publique el engrose.
Como se sabe, en una primera
instancia se ordenó a dicha granja deterner cualquier actividad en tanto se
resolvía el amparo, aunque posteriormente se solicitó retirar a los cerdos que
se encontraban ahí.
Según el grupo Indignación y
los Guardianes de los Cenotes, la empresa en cuestión jamás cumplió con lo
dispuesto por los juzgados.