Una mujer mozambiqueña dio a luz aferrada a las ramas
de un mango en el distrito de Dombe, provincia de Manica, donde se resguardaba
de las inundaciones provocadas por el ciclón Idai, que ya ha dejado
más de 800 muertos en tres países, informó hoy Unicef.
“Estaba con mi pequeño hijo de 2 años, cuando de repente,
sin previo aviso, el agua comenzó a entrar en mi casa (y) no tuve más remedio
que saltar sobre un mango cercano”, relata la mujer identificada como Amélia en
declaraciones al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
“Luego comenzó el dolor, y no había nadie que me ayudara. En
unas pocas horas di a luz a mi bebé, Sara, encima de ese árbol”, recuerda,
momentos antes de dirigirse junto al resto de supervivientes de esta zona a un
centro de alojamiento en Nhamhemba, que aloja a unas 3.000 personas.
En la ciudad mozambiqueña de Beira, epicentro de esta
catástrofe, dio inicio hoy una campaña de vacunación contra el cólera tras la
llegada este martes de 900.000 dosis; mecanismo para combatir la aparición de
miles de casos de esta enfermedad.
Solo en Mozambique, alrededor de 1,85 millones de personas
se han visto afectadas por este tifón, entre ellos, un millón son niños, según
cifras de la ONU.
El ciclón Idai impactó en el área central de Mozambique la
noche del 14 de marzo cerca de Beira; destruida en un 90 % por esta catástrofe
que ha sido calificada ya como la peor crisis humanitaria en la historia
reciente de este país africano.
El número total de muertos supera los 800, con casi 600
víctimas mortales en Mozambique; 181 en Zimbabue, según cifras oficiales, y al
menos 59 en Malaui, cuando todavía tenía forma de tormenta tropical.