Las mujeres con diabetes tienen 23 por ciento más
riesgo de padecer cáncer de mama y 38 por ciento más probabilidades de
morir a causa de esta enfermedad respecto de quienes no son diabéticas, reveló
el estudio holandés “Un meta análisis sobre el cáncer de mama y el cáncer
colorrectal en pacientes diabéticos: mayores tasas de incidencia y mortalidad”.
La vocera de la Federación Mexicana de Diabetes, Martha
Rangel Hernández, explicó que los altos niveles de insulina en el cuerpo pueden
ser un factor de riesgo para el cáncer de mama, ya que es una hormona que
favorece el crecimiento de las células.
Detalló que un momento crítico es justo en la etapa previa a
la diabetes, cuando el cuerpo produce una mayor cantidad de insulina para poder
mantener los niveles de glucosa normales.
Asimismo, señaló que el sobrepeso y la obesidad que son
factores fundamentales para el desarrollo de la diabetes también
incrementan el riesgo de padecer cáncer de mama, pues el tejido graso produce
hormonas que pueden dar lugar al crecimiento de células malignas.
A su vez, el cáncer constituye un factor de riesgo para la
diabetes en tanto que su tratamiento, particularmente el suministro de
esteroides a las pacientes que se someten a quimioterapias, altera el
metabolismo de los carbohidratos, lo que con el tiempo puede derivar en
elevados niveles de glucosa.
“Es por ello que cuando hay una paciente con cáncer de
mama vigilan de manera muy estrecha sus niveles de glucosa”, indicó la
especialista en medicina familiar.
Alertó sobre la importancia de la detección temprana del
cáncer de mama y expuso que la sobrevida de una paciente detectada en estadio
uno es hasta de 95 por ciento, mientras que cuando se diagnostica en estadio
cuatro la situación cambia drásticamente al ser la sobrevida a cinco años de
tan sólo el siete por ciento.
La educadora certificada en diabetes recomendó llevar
una vida saludable, practicar la autoexploración mensual desde los 20 años de
edad, realizarse exámenes clínicos anuales a partir de los 25 años y recurrir a
las mastografías a partir de los 40.
A las mujeres con antecedentes de cáncer en su familia
aconsejó empezar a estudiarse 10 años antes de la edad en que diagnosticaron
esa enfermedad a su pariente.
Fuente: Notimex