Madrid.— Las manifestaciones de protesta por las largas
condenas de prisión impuestas a los políticos catalanes independentistas
colapsaron el centro de Barcelona, entre proclamaciones a favor de la plena
soberanía de Cataluña, banderas nacionalistas y gritos de libertad.
En una jornada de alto voltaje, las marchas pacíficas discurrieron
con el trasfondo de una huelga general convocada en toda Cataluña por los
sindicatos independentistas y que tuvo una incidencia muy desigual, mientras
grupos radicales protagonizaban acciones vandálicas en diversos barrios de
Barcelona.
Según la Guardia Urbana, en las Marchas por la libertad, que
salieron desde distintos puntos de Cataluña para confluir en Barcelona,
participaron 525 ml personas que hicieron una exhibición de fuerza del
independentismo y del derecho a la autodeterminación, en contraste con la otra
mitad de la población catalana que permaneció en sus casas.
“La gente está lista y pedimos a los partidos que prioricen
la independencia”, urgió la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana,
Elisenda Paluzie.
“Nunca he sido nacionalista, pero la actitud antidemocrática
de España negándose a que votaramos en referéndum sobre la autodeterminación,
al reprimir duramente a políticos y líderes sociales, aplicando una justicia
manipulada y utilizando Cataluña con fines electorales, nos obliga a salir a
defender la democracia y nuestros derechos”, dijo a EL UNIVERSAL Xavier,
profesionista catalán que participó en las manifestaciones.
En paralelo a las marchas, grupos antisistema realizaron
graves disturbios cerca de la avenida Laietana de Barcelona, donde levantaron
barricadas y quemaron contenedores de basura, mientras la policía cargó con
balas de goma y gas lacrimógeno para dispersar a los encapuchados que llegaron
a lanzar adoquines a los agentes. Detuvieron a 31 personas en toda Cataluña y
los agentes también usaron cañones de agua contra los inconformes.
Unas 400 personas, aproximadamente la mitad de ellas
policías (207), han resultado lesionadas, según las autoridades regionales y
centrales, y se han hecho 128 arrestos desde que resurgió el sentimiento
independentista el lunes, cuando el Tribunal Supremo sentenció a nueve
políticos y líderes separatistas a largas condenas en prisión. Las autoridades
españolas sospechan que un nuevo grupo llamado Tsunami Democrático ha utilizado
mensajes encriptados para organizar algunos de los ataques. Un juez de la
Audiencia Nacional ordenó que se cerraran los sitios web vinculados al grupo.
La huelga general fue seguida mayoritariamente por el sector
del comercio y el personal de educación pública y universidades, junto a los
estudiantes, y tuvo escaso impacto en la industria y entre los servidores
públicos catalanes.
“Vamos a aplicar al independentismo violento el Código Penal
con toda contundencia”, advirtió el ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska,
luego de hacer un llamado al presidente de Cataluña, Quim Torra, para que
condenara la violencia.
En Bélgica, la justicia decidió dejar en libertad
condicional al líder independentista Carles Puigdemont, mientras examina la
orden de extradición cursada por España.
Fuente: El Universal