No todas las personas que van a casarse tienen la
fortuna de poder contar con la presencia de sus dos abuelas en un día tan
especial. Si eso es difícil, ahora imagen contar con cuatro de ellas.
Lyndsey Raby es una de las suertudas y tomó una decisión muy
especial: quiso que sus damas de honor fueran las abuelas de la familia y les
dio un lugar muy especial en la ceremonia.
Su bisabuela de 90 años, sus dos abuelas (72 y 76) y la
abuela del novio, de 70, fueron las encargadas de acompañarla en ese día tan
especial.
Lindsey no sólo las vistió en hermosos trajes de color azul,
sino que también lanzaron flores antes de que ella caminara hacia el altar.
De acuerdo con lo que ha contado en diversas entrevistas,
las abuelas estaban muy emocionadas de ser tomadas en cuenta para un papel tan
especial, lo cual hizo que la boda fuera aún más épica.
Natalie Caho, la fotógrafa encargada de cubrir el evento
estaba muy feliz de haber sido parte de la celebración en la que se reconoció
el papel de estas mujeres en la vida de la novia.