El papa Francisco hizo una visita inesperada este martes por
la mañana a la Plaza de España en Roma para rezar por los afectados por la
pandemia en todo el mundo.
El Vaticano había anunciado la semana pasada la cancelación
de la tradicional visita del Papa debido a las normas de sana distancia.
La plegaria que ofrece el Papa en el lugar en la tarde del 8
de diciembre, por el feriado de la Inmaculada Concepción, suele congregar a una
multitud.
En lugar de eso, Francisco acudió a la plaza a las 7 de la
mañana (0600 GMT), dos horas después de que se levantara el toque de queda
nocturno vigente en Italia.
Francisco dejó un ramo de rosas blancas en la base de una
gran columna coronada por una estatua de la Virgen María, rezó y se marchó
menos de 15 minutos después.
Salvo por quizá algunas personas que paseaban a sus perros
bajo la lluvia y otros madrugadores, había poca gente en la calle a esa hora en
el centro de Roma, en una jornada feriada tanto en Italia como en el Vaticano.
“Francisco acudió a ella (María) en oración, para que cuide
con amor de Roma y sus habitantes, confiándole a todos aquellos en esta ciudad
y en el mundo afectados por la enfermedad (del covid-19) y que están
desanimados”, indicó en un comunicado el vocero del Vaticano, Matteo Bruni.
Antes de volver a la Ciudad del Vaticano, donde reside en un
hotel, Francisco se detuvo a orar y celebrar una misa en la Basílica de Santa
María la Mayor en Roma.
Al principio de la pandemia, Francisco hizo una visita no
anunciada similar a una iglesia poco frecuentada en el centro de una Roma en
cuarentena, tomando por sorpresa a los pocos romanos que había en la calle en
un momento de estrictas medidas de confinamiento.
El feriado de principios de diciembre suele dar inicio a la
temporada de compras navideñas en Roma, y miles de romanos y turistas suelen
abarrotar las callejuelas en torno a la Plaza de España, llenas de tiendas
elegantes, para ver al Papa.
Pero las restricciones para combatir la pandemia han
reducido el turismo a un goteo este otoño. Mientras Italia hace frente a una
segunda oleada del virus, el gobierno ha mantenido sus normas contra las
multitudes en espacios públicos, que podrían facilitar los contagios.
Fuente: Excélsior