Los negocios y el trabajo informal crecieron en Yucatán en
la segunda mitad del año pasado, impulsados principalmente por la crisis
económica originada por la pandemia de Covid-19.
Los sectores más impactados por este fenómeno fueron:
comercio, servicios y restaurantes; en cifras de las propias cámaras
empresariales, de cada 10 negocios en operación, seis están en la informalidad.
Ante ello, adelantaron que en el primer trimestre del año
instaurarán programas para convertir estos negocios a la formalidad y recuperar
empleos.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(Inegi) revelan que, al tercer trimestre del año pasado, la informalidad en
Yucatán fue era de 53.8 por ciento, o sea, cinco de cada 10 empleos generados
estaban en la informalidad.
En todo el país, la media se mantuvo en ese mismo periodo en
el 51.8 por ciento de la población económicamente activa (PEA), con tendencia
de crecimiento del 1.1 por ciento trimestral.
Buscan evitar la competencia desleal en Yucatán
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y
Turismo de Mérida (Canacome), Iván Rodríguez Gasque, señaló que, con la
pandemia, la informalidad creció de manera considerable en la capital yucateca,
y por eso urge crear estrategias para fomentar la legalidad y evitar que la
competencia desleal afecte más al comercio organizado.
En entrevista con Novedades Yucatán, apuntó que la pandemia
coronavirus ocasionó que muchas personas destinaran sus esfuerzos a abrir
pequeños negocios como medio de supervivencia; esto no lo ven mal, pero sí
buscarán que los dueños entren a la legalidad y puedan generar empleos reales,
es decir, que los trabajadores obtengan las prestaciones de ley que pudieran
ayudar en su bienestar.
Adelantó en los siguientes tres meses desde la Canacome se
impulsará una estrategia que contempla la impartición de cursos que guíen a la
formalidad a estos emprendedores.
También se ofrecerá capacitación sobre protocolos de
seguridad, de ventas de mostrador y los relacionados con la venta en
plataformas digitales, que es un área de oportunidad para los comercios
locales.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera
y de Alimentos Condimentados (Canirac), Roberto G. Cantón Barros, uno de los
sectores más afectados por la contingencia sanitaria, dijo que en los últimos
10 meses cerraron de manera definitiva dos mil 700 negocios de este giro.
Más de 10 mil personas se quedaron sin trabajo
Esos porcentajes arrojan que dos mil 700 negocios “bajaron sus cortinas”, y a
su vez, 10 mil 800 empleados se quedaron sin trabajo, tomando en cuenta que
cada establecimiento tenía en promedio cuatro personas laborando.
“Estas personas lo que saben hacer es comida, es preparar
alimentos y saben cómo venderlos, entonces al cerrar los restaurantes que los
empleaban de manera formal, optaron por crear negocios en la informalidad, los
que generan empleos para subsistir en la informalidad, eso es lo que está
pasando”, apuntó en entrevistas pasadas.
Cantón Barros manifestó que el panorama es preocupante, y
aunque la economía ya se reactivó, el porcentaje de ventas es de solo entre un
35 y 40 por ciento en los restaurantes que están legalmente constituidos, en
comparación con lo que vendían antes de la llegada del coronavirus.
Manifestó que en su restaurante, Bistrola 57, empleaba a 30 personas, sin embargo, tras un recorte tuvo que despedir y liquidar a 20, y únicamente se quedó con 10 trabajadores que le ayudan con el servicio y la cocina.
