Noticias de Yucatán
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Alvaro Mimenza Aguiar, presidente estatal de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, dijo que el sector empresarial está cansado del derroche de recursos públicos que se observa en los tres poderes gubernamentales, en los ámbitos nacional, estatal y municipal.
También, indicó, hay contrariedad en ese sector por las constantes menciones que se hacen en los medios de difusión sobre obras de infraestructura y grandes inversiones que sólo existen en el papel, no en los hechos.
-En cualquier parte del país que uno visite nos encontraremos con esa situación -señaló.
Otro obstáculo más son los engorrosos trámites para abrir un negocio formal, y las dificultades técnicas para cumplir las normas fiscales y pagar impuestos.
La Canirac truena contra gobiernos de los tres niveles
Expuso que el mal uso de los impuestos es una de las dificultades para convencer al sector económico que se mueve en la informalidad a dejar esa situación y se una a quienes ya tributan al fisco.
-El sistema contable exigido por el fisco es muy complejo para las empresas -manifestó-. ¿Cómo entonces se puede pedir a un pequeño negocio que cumpla con esa norma?
Además, señaló que el sector restaurantero es un ejemplo de esos problemas: sólo el 10% están registrados y pagan tributos. El resto son informales.
Y la cantidad de requisitos burocráticos que deben cumplirse para abrir un establecimiento hace que, en el mejor de los casos, se requieran de seis a ocho meses de trámites. “En el peor de los casos esto lleva dos o tres años”, añadió el empresario.
El proceso para abrir un restaurante, explicó, comienza con la búsqueda del sitio para instalarlo, después se pide el permiso de factibilidad y, si este es positivo, entonces se renta el predio y empieza el pago del alquiler mientras se concluyen los trámites.
-No hay empresario que resista un año pagando renta mientras obtiene la autorización y pone a funcionar el establecimiento.
Mimenza Aguiar fue entrevistado durante el comienzo de las obras en la prolongación del Paseo de Montejo, ceremonia en la que participó debido a que parte de los socios de la Canirac tienen sus establecimientos en esa avenida.
El dirigente empresarial dijo que la población debe estar convencida de que los impuestos que ella aporta se usan en beneficio de todos.
De lo contrario, ese factor, junto con la burocracia, alientan la economía informal. La población prefiere la vía más sencilla para realizar su actividad económica.
-Los impuestos deben regresar a la población -expresó- . Necesitamos ver que hay obras, infraestructura, construcción.
-Ya estamos cansados de ver en los medios de difusión anuncios y eventos sobre obras que no existen en los hechos. En la televisión, la radio y los periódicos escuchamos de ceremonias muy bonitas, con aplausos y gente trajeada, en las que se anuncian obras que no existen.
-Al viajar por cualquier parte del país se puede constatar que hay cero inversión en infraestructura, o bien esta es mínima.
-En todo el país, en los tres poderes de todos los niveles, vemos desperdicio y despilfarro por parte del aparato gubernamental -recalcó-. Vemos y escuchamos hablar del despilfarro, de gente que maneja grandes cantidades de dinero y de quienes se hacen millonarios de un día para otro gracias a su relación con el gobierno.
El dirigente anunció que en unos dos meses presentarán una reforma legal para reducir los trámites estatales y municipales relacionados con la apertura de restaurantes y otros establecimientos de ese tipo.
Con ello se alentará a quienes están en la economía informal o pretenden incursionar en ella a que decidan establecerse formalmente.
Explicó que hoy día hay que pedir autorizaciones de factibilidad, uso de suelo, construcción, venta de bebidas alcohólicas, etcétera. Y todo ello lleva tiempo.
Consideró que otro paso necesario es que haya facilidad para pagar impuestos y que estos se utilicen con orden y transparencia.
-La reforma fiscal no sirvió para nada -expresó-. Lo que debe hacer el fisco es simplificar el tributo, elevar el impuesto al consumo, y, por otro lado, establecer un régimen especial para los que están en la economía informal y después capacitarlos para que ingresen a la clasificación de personas físicas.