Teloloapan, México (EFE).- Integrantes de la organización civil Los Otros Desaparecidos de Iguala encontraron ayer restos humanos en dos fosas clandestinas en los cerros aledaños a las comunidades Los Pericones y La Laguna del municipio de Teloloapan, en el sureño estado mexicano de Guerrero, constató Efe.
Desde fines de 2014 la agrupación han recuperado 321 cuerpos, de los cuales a la fecha sólo 15 han sido identificados.
Integrantes de esa organización, que comenzó actividades tras la localización de restos a raíz de la desaparición de 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa en septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, acudieron a Los Pericones tras una llamada anónima en la que les informaron de la presencia de huesos.
Al cabo de una hora de difícil marcha, Mario Vergara Hernández, quien iba al frente del grupo, señaló a periodistas la primera fosa clandestina en el cerro La Muñeca, donde se observaron restos de costillas humanas, fragmentos de cráneo y huesos pequeños que, explicó, corresponden a manos.
Tras mostrarlos los dejó en el sitio por la advertencia de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) de que presentará cargos si los miembros de la agrupación exhuman restos. El verdadero delito, declaró, es que las autoridades no busquen a sus familiares desaparecidos.
Después de una hora más de camino se ubicó otra fosa en el cerro La Laguna, cercano al poblado del mismo nombre, donde se observaron vértebras humanas y falanges.
El procedimiento fue el mismo, y sólo se marcó el punto para que los restos sean exhumados por las autoridades, cuando decidan acudir.
En los trayectos, el grupo mostró dos puntos más en donde pudiera haber restos sepultados pues el terreno se ve removido, al igual que en otros sitios en los que han encontrado cadáveres.
El dirigente explicó que además de esos puntos, ellos creen que hay más fosas clandestinas en las que pueden estar sus familiares porque hay sitios con indicios de haber sido excavados y otros con rocas encimadas distintas a las que por naturaleza hay en esos cerros.
Vergara asegura que además de querer tener la certeza de lo que ocurrió con su hermano, desaparecido desde 2012, lo mueve el hecho de que su madre está “muerta en vida”, consumida por no saber de su otro hijo.
Los horizontes del grupo se han extendido más allá de Iguala pues se les han acercado familias que tienen integrantes desaparecidos de Acapulco, Taxco, Cocula, Huitzuco y Arcelia, entre otros municipios, e incluso de los estados de Morelos y Puebla.
A la fecha son 400 familias aglutinadas en ese grupo, con la esperanza de encontrar a sus familiares desaparecidos.
Vergara expresó que una de sus hipótesis es que a muchas de las personas a las que buscan podrían haber sido secuestradas para trabajar en la mina Rey de Plata, ubicada en la comunidad de Tehuixtla del municipio de Teloloapan.
“Hay una mina, nosotros siempre creemos que a nuestros familiares los tienen trabajando en una mina”, afirmó. EFE
Desde fines de 2014 la agrupación han recuperado 321 cuerpos, de los cuales a la fecha sólo 15 han sido identificados.
Integrantes de esa organización, que comenzó actividades tras la localización de restos a raíz de la desaparición de 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa en septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, acudieron a Los Pericones tras una llamada anónima en la que les informaron de la presencia de huesos.
Al cabo de una hora de difícil marcha, Mario Vergara Hernández, quien iba al frente del grupo, señaló a periodistas la primera fosa clandestina en el cerro La Muñeca, donde se observaron restos de costillas humanas, fragmentos de cráneo y huesos pequeños que, explicó, corresponden a manos.
Tras mostrarlos los dejó en el sitio por la advertencia de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) de que presentará cargos si los miembros de la agrupación exhuman restos. El verdadero delito, declaró, es que las autoridades no busquen a sus familiares desaparecidos.
Después de una hora más de camino se ubicó otra fosa en el cerro La Laguna, cercano al poblado del mismo nombre, donde se observaron vértebras humanas y falanges.
El procedimiento fue el mismo, y sólo se marcó el punto para que los restos sean exhumados por las autoridades, cuando decidan acudir.
En los trayectos, el grupo mostró dos puntos más en donde pudiera haber restos sepultados pues el terreno se ve removido, al igual que en otros sitios en los que han encontrado cadáveres.
El dirigente explicó que además de esos puntos, ellos creen que hay más fosas clandestinas en las que pueden estar sus familiares porque hay sitios con indicios de haber sido excavados y otros con rocas encimadas distintas a las que por naturaleza hay en esos cerros.
Vergara asegura que además de querer tener la certeza de lo que ocurrió con su hermano, desaparecido desde 2012, lo mueve el hecho de que su madre está “muerta en vida”, consumida por no saber de su otro hijo.
Los horizontes del grupo se han extendido más allá de Iguala pues se les han acercado familias que tienen integrantes desaparecidos de Acapulco, Taxco, Cocula, Huitzuco y Arcelia, entre otros municipios, e incluso de los estados de Morelos y Puebla.
A la fecha son 400 familias aglutinadas en ese grupo, con la esperanza de encontrar a sus familiares desaparecidos.
Vergara expresó que una de sus hipótesis es que a muchas de las personas a las que buscan podrían haber sido secuestradas para trabajar en la mina Rey de Plata, ubicada en la comunidad de Tehuixtla del municipio de Teloloapan.
“Hay una mina, nosotros siempre creemos que a nuestros familiares los tienen trabajando en una mina”, afirmó. EFE