Tres personas fueron rescatadas con vida tras permanecer más de 120 horas entre los escombros que dejó el terremoto que asoló la costa central de Ecuador, mientras las esperanzas de hallar más sobrevivientes se diluyen con el paso del tiempo.
El alcalde de Manta, Jorge Zambrano, dijo que "en el sector denominado zona cero en Tarqui anoche logramos salvar tres ciudadanos más con vida. Hoy (jueves) sólo hemos podido rescatar cadáveres".
En declaraciones al canal de televisión Teleamazonas, el funcionario dijo que en los edificios donde los rescatistas han ratificado que no hay sobrevivientes han empezado las tareas de remoción de escombros con maquinaria pesada.
Aún tengo la esperanza de que podamos encontrar a alguien más con vida debajo de los escombros... se guarda un hilo de esperanza de vida, que se trabaje con mucho cuidado, con supremo cuidado".
La noche del sábado un terremoto de magnitud 7,8 sacudió la costa central de Ecuador y provocó gran destrucción en ciudades como Portoviejo, donde acabó con el centro comercial y bancario; Manta, en la que destruyó buena parte del sector hotelero, y Pedernales, donde quedan apenas dos o tres edificios en pie.
Además, la destrucción causada por el poderoso sismo ha devastado decenas de poblaciones de las provincias de Manabí y Esmeraldas. De acuerdo con un informe de la Fiscalía cobró la vida de 587 personas, 539 de las cuales han sido identificadas, de acuerdo con el último informe de las autoridades. También hay 7.015 heridos y 155 desaparecidos
La secretaría de Gestión de Riesgo señaló que 25.362 personas están en albergues, hay 1.215 edificaciones destruidas y otras 829 afectadas, con algún tipo de daño.
El presidente Rafael Correa, en una estimación preliminar, dijo que los daños podrían alcanzar los 3.000 millones de dólares y anunció el miércoles un paquete de medidas económicas para ayudar a la reconstrucción del país.
Dichas medidas incluyen una contribución de dos puntos adicionales sobre el IVA durante un año, una contribución por una sola vez del 3% adicional sobre las utilidades, una contribución por única vez de 0,9% sobre las personas naturales con un patrimonio mayor al millón de dólares y el aporte de un día de sueldo de quienes ganan más de 1.000 dólares mensuales.
Añadió que también tratará de vender algunos activos que el país ha acumulado en los últimos años.
En una conferencia de prensa el jueves, el mandatario dijo que con la aplicación de estas medidas obtendrá ingresos netos de 1.027 millones de dólares.
Ojalá me equivoque, pero la reconstrucción va a costar mucho más que esto, y precisamente esto no sólo es para reconstruir infraestructura, es para reactivación económica... normalmente son créditos inmediatos", afirmó.
Aclaró que el paquete de medidas anunciado aún no ha sido enviado a la Asamblea a fin de determinar la mejor forma de presentarlo.
En las zonas de la tragedia un fuerte olor mortecino cubre el aire mientras declinan las esperanzas y empiezan a multiplicarse las demandas de agua, comida, medicinas y cualquier ayuda que no parece llegar a todos los necesitados.
Durante la jornada se produjeron inconvenientes en la distribución de alimentos y agua. En sectores como Manta y Portoviejo se podían ver largas filas de personas en busca de provisiones y alimentos. Por la desesperación, incluso en la población de Picoazá la gente llegó a romper el cerco policial para apropiarse desordenadamente de las provisiones.
Una de las personas que fueron extraídas debajo de toneladas de escombros el martes, únicamente identificada como Yadira, dijo desde una camilla del hospital de Manta que "era una cosa tan difícil... los días se hicieron una eternidad, pensé que por lo menos había pasado enterrada un mes".
Añadió que cerca de donde estaba había al menos 20 personas y tenían "desesperación porque todo el mundo nos estábamos quedando sin oxígeno; un hombre abrió un esmalte para que nos muriéramos asfixiados", presuntamente por desesperación.
Otra de las sobrevivientes, Kathy, recordó en el mismo hospital que se daba ánimo cantando alabanzas a Dios "pero ellos me pedían ayuda, niños me pedían ayuda, pero no podía hacer nada. Junto a mí había dos, pero ya no aguantaban más".
"Los niños se volvían como locos, me mordían, un niño me metía las uñas y un señor mató a la mujer de la desesperación", añadió con la voz entrecortada.
Otro de los rescatados, identificado como Líber, aseveró que vio morir a su esposa.
"Ella estaba (con vida) hasta cuando empezó el segundo temblor, estaba feliz porque escuchó a los rescatistas, me dijo que yo me salvara para que cuide a mi hijo, ella... me abrazó, me besó y ahí murió. Antes de morir me dijo que siempre me amó", afirmó.
Los expertos dicen que una persona sin heridas graves puede sobrevivir hasta una semana bajo los escombros, luego se debilita hasta el punto de perder la conciencia y ya no puede alertar a los rescatistas para pedir ayuda.