Noticias de Yucatán
A sus dos años, I.P.A., el menor que fue rescatado de un
patio donde lo tenían amarrado, ya sabe lo que es sentirse abandonado por las
personas que deberían procurarle cuidados.
Primero fue su madre, Arelly Gallegos, quien lo dejó en
casa de sus familiares en Progreso porque ella se fue a trabajar a Ciudad del
Carmen.
Los tíos se comprometieron a cuidarlo y atenderlo en
ausencia de la madre, pero ocurrió todo lo contrario, y ahora el menor fue
entregado a la Promedefa y llevado al Caimede, ya que ninguno de sus parientes fue
a verlo a hospital del puerto donde estaba internado, y tampoco dieron la cara
para explicar por qué lo golpeaban y amarraban en el patio.
El infante era sometido a severos castigos y recibía
golpes constantes de sus tíos. La gota que derramó el vaso fue el hecho de
haberlo amarrado en el patio, expuesto al calor y al inclemente sol.
Fue cuando los vecinos decidieron intervenir y llamaron a
las autoridades para que lo rescataran de un predio de la colonia Revolución,
en el vecino puerto.
Tras ponerlo a salvo, fue atendido por la Cruz Roja y
llevado al Centro de Salud para una mejor valoración médica. En vano los
doctores esperaron que apareciera algún familiar y fue entonces que una
trabajadora social llegada de Mérida lo trasladó a la Promedefa, de donde se le
turnó al Caimede.
Sergio Bates Angulo, director del Centro de Salud de
Progreso, informó que el menor tenía claras señales de maltrato, heridas y
golpes, pero por fortuna ninguna lesión ósea. Formal Prisión.