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(CNNMéxico) — Claudia Pavlovich enfrenta el reto de la deuda que tiene Sonora al iniciar este domingo su etapa como gobernadora, tras ser postulada por la coalición encabezada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Los nuevos gobernadores que fueron electos el pasado 7 de junio y entrarán en funciones dentro de unos meses se encontrarán una incómoda herencia que les dejan sus antecesores: la deuda pública.
El peor caso y el que los especialistas califican como realmente preocupante es Nuevo León, donde se duplicó el endeudamiento, seguido de Sonora y Michoacán, tres estados que además, vivirán alternancia en el partido gobernante.
Nuevo León pasó de tener una deuda de 27,071 millones de pesos en 2009, a 61,077 millones al cierre de marzo de 2015, de acuerdo a cifras reportadas por el propio estado ante la Secretaría de Hacienda.
Esto implica que la entidad debe el 102.8% de sus ingresos anuales (que para este años son de 75,441 millones 683,053 pesos) y su deuda per cápita es la segunda más alta del país (solo por debajo de Quintana Roo), según estimaciones del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
El gobernador electo, Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, quien ganó como candidato independiente, tuvo entre sus promesas de campaña la de investigar a fondo la administración saliente del gobernador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Rodrigo Medina. El 19 de junio incluso se reunió con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para analizar el tema del endeudamiento.
En la opinión de Kristobal Meléndez, investigador del CIEP, ante el nivel de deuda pública el Bronco va a tener que tomar una medida que afectará su popularidad: subir impuestos.
"Con lo que se enfrenta es que tiene que subir la recaudación local. Eso va a ser muy impopular, sin embargo, pues lo tiene que hacer. Hay un contexto de baja de los ingresos petroleros, entonces van a recibir menos participaciones y menos ingresos por parte de la federación, entonces los estados necesitan buscar ingresos por su propia cuenta", explica a Meléndez a Grupo Expansión.
Sin embargo, Viridiana Ríos, directora de la organización civil México ¿Cómo Vamos?, considera que antes de subir impuestos, hay otras acciones que se pueden llevar a cabo.
En primer lugar, señala, Nuevo León tiene 30 organismos descentralizados que podría absorber alguna secretaría local y dejar de duplicar programas y gastos; por otro lado, indica, se pueden reducir gastos innecesarios como los de publicidad. En 2012, esta entidad, fue la que mayores recursos gastó en este rubro: 1,284 millones de pesos y un aumento total de 119% durante todo el sexenio.
En un estudio titulado Para candidatos #ExigimosEsto, la organización señala la deuda pública como el principal reto a enfrentar en esta entidad, ya que ha alcanzado un máximo histórico, pues está 2.1 puntos porcentuales por arriba del nivel del país.
"No hay que satanizar la deuda; la deuda a veces es adecuada porque se pueden crear proyectos de infraestructura, obra pública, se puede invertir en el estado que queremos tener. El gran problema es en qué se usa y si crece a tasas agigantadas, y en el estado de Nuevo León claramente no se está usando adecuadamente", advierte Ríos.
Aumentos de deuda sin focos rojos
Sonora es el noveno estado más endeudado del país y es notorio también cómo creció su deuda, pues al empezar el sexenio de Guillemo Padrés, del Partido Acción Nacional (PAN), ésta era de 11,258 millones y ahora es de 20,366 millones de pesos, misma que deberá enfrentar la priista Claudia Pavlovich.
A México ¿Cómo Vamos? le preocupa que pasó de representar el 3.5% de su Producto Interno Bruto (PIB) al 4.2%. En las estimaciones del CIEP, la deuda representa 55.5% de los ingresos del estado e implica que cada ciudadano sonorense debe 6,836 pesos, la sexta cifra más elevada del país.
Pero Meléndez asegura que la situación no es grave porque tiene tasas de interés más bajas que Nuevo León y un plazo de pago amplio (de alrededor de 17 años).
En tercer lugar de deuda (de los nueve estados que renovaron gubernatura), se encuentra Michoacán con 17,198 millones de pesos, entidad que ha estado inmersa en la violencia y la inestabilidad política.
La última administración duró solo cuatro años pero pasó por tres gobernadores (el priista Fausto Vallejo dejó el cargo por enfermedad primero temporalmente y luego de forma definitiva); Jesús Reyna, un primer interino que acabó en la cárcel por vínculos al narcotráfico, y el actual gobernador, Salvador Jara.
Meléndez señala que a Michoacán —que volverá a ser gobernado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con Silvano Aureoles— le ayuda que su plazo de pago es aún más largo (entre 18 y 22 años para los compromisos adquiridos a partir de 2009) y que por ahora les representa el 37.7% de sus ingresos.
Sobresalen también los endeudamientos de Colima y Campeche, que aunque están en un nivel bajo, tuvieron un fuerte aumento. En el primer caso, pasó de 1,270 millones a 2,713, más del doble; mientras que la entidad del sureste había arrancado el sexenio sin endeudamiento, pero al primera año del priista Fernando Ortega Bernés se contrató deuda por 329 millones y para el 2015 ya asciende a 1,662 millones de pesos.
Querétaro, reducción de deuda
De los nueve estados que renovarán su gobernador, el que entrega las cuentas más positivas es Querétaro, ya que en el sexenio del priista José Calzada la deuda pública se redujo de 2,356 millones a 1,658, lo que implica 848 pesos per cápita, el segundo mejor nivel de todo el país, solo por encima de Tlaxcala.
Tanto Meléndez como Ríos lo señalan como un ejemplo a seguir: es el octavo lugar en recaudación de impuestos y ha crecido a un ritmo de 6%, parecido a como crece China, lo que le ha permitido ir saldando sus obligaciones.
El reto para el nuevo gobernador panista Francisco Domínguez será mantener ese buen desempeño económico.
Este año se aprobó y publicó una reforma en materia de disciplina financiera que pone a los estados y municipios restricciones para contratar deuda a largo plazo solo cuando sea para inversiones públicas productivas, y en ningún caso podrán destinar ese dinero a gasto corriente, además de que los congresos locales tendrán que autorizar los montos máximos de endeudamiento.
Con estas nuevas normas, los expertos esperan que se revierta la tendencia a que los gobernadores deban cada vez más dinero.
El reto de Claudia Pavlovich
Al cierre del primer trimestre de 2015, en el último lapso del gobierno panista de Guillermo Padrés (2009-2015), la entidad tenía una deuda de 20,365.7 millones de pesos, según los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el inicio del gobierno de Padrés, la deuda era de 11,258 millones.
"Quintana Roo, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Veracruz, Sonora y Nayarit son algunas de la entidades federativas que incrementaron su nivel de deuda sustancialmente de 2004 a 2014", según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Pavlovich, en palabras de un integrante de su equipo de transición, Pedro Ángel Contreras, está recibiendo un estado "prácticamente" en quiebra, con una deuda a corto plazo que provoca reclamos en diferentes sectores.
"De acuerdo con el informe que nos entregaron en la transición, son alrededor de 6,200 millones de pesos, de deuda de corto plazo, que es la que se debe a proveedores de bienes y servicios, y a instituciones públicas", dijo Contreras en una entrevista con Televisa transmitida el 10 de septiembre pasado.
En cuanto a porcentaje de deuda respecto al Producto Interno Bruto Estatal (PIB), Sonora pasó de 2.6% en 2004 a un 4.2% en 2014.
"Por mala planeación e incluso, como muchos señalan, asuntos de corrupción, las arcas gubernamentales están es una situación crítica", dijo en entrevista Guillermo Noriega, presidente de la asociación Sonora Ciudadana.
En ese sentido, uno de los primeros compromisos que tendrá Pavovlich es investigar la administración de su predecesor en el aspecto financiero, mencionó Nicolás Pineda, investigador adscrito al Centro de Estudios en Gobierno y Asuntos Públicos del Colegio de Sonora.
"Debe cumplir con la expectativa de acabar con la impunidad y la corrupción", comentó.
En caso de no cumplir con esto, mencionaron tanto Noriega como Pineda, Pavlovich podría enfrentar una crisis de credibilidad, como la de su predecesor.
Padrés, mandatario saliente, enfrentó críticas a su gobierno por la construcción del Acueducto Independencia para llevar el agua del Valle del Yaqui a Hermosillo, lo que generó la inconformidad de los indígenas yaquis, quienes realizaron bloqueos carreteros durante 10 meses.
Otro escándalo que enfrentó fue por una presa que construyó sin autorización cerca de una rancho familiar. Por esa obra, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) le impuso en febrero pasado una multa de 4 millones de pesos y giró una orden para su demolición total.