A menos de una semana de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Cuba acelera los preparativos para un histórico acontecimiento que ya ha comenzado a alterar el día a día de La Habana, donde se centrará la agenda del mandatario cuyos detalles todavía no se han hecho públicos.
Obama aterrizará el domingo 20 en La Habana, afanada desde hace días en un visible trajín de obras y reparaciones en calles, avenidas, hoteles, monumentos y edificios de una ciudad que además no para de recibir turistas atraídos por la'cubamanía' que ha desatado el deshielo con Estados Unidos y la apertura internacional de la isla.
Al igual que en 2015, Cuba va este año camino de batir nuevo récord de llegada de visitantes extranjeros y ya ha recibido un millón en lo que va de 2016, lo que representa un crecimiento del 14.6 % respecto al mismo periodo del año anterior.
Los principales hoteles de La Habana están de bote en bote y con la presión añadida de acoger en los próximos días a la numerosa comitiva que se desplazará a la isla con motivo de la visita de Obama, a la que se sumarán más de 20 congresistas de Estados Unidos, empresarios de ese país y cientos de periodistas de todo el mundo para cubrir el evento.
Para poder acomodar a todos en La Habana, varios de esos hoteles han tenido que trasferir hacia el polo turístico de Varadero a cientos de turistas que, antes de conocerse la visita de Obama, habían reservado alojamientos para esos días, según diversas fuentes del sector turístico que prefirieron el anonimato.
La visita de Obama alterará previsiblemente la circulación rodada en la ciudad y también la actividad aeroportuaria: la Corporación de la Aviación Cubana ya ha informado de que se producirán distintos cambios en los servicios que presta el Aeropuerto Internacional José Martí, desde hoy lunes y hasta el 25 de marzo próximos.
Tras su llegada a Cuba en la tarde del próximo domingo acompañado de su esposa Michelle Obama y del secretario de Estado, John Kerry, Obama iniciará su visita oficial a este país el lunes 21 y permanecerá en la isla hasta el día 22, cuando volará a Argentina.
Durante su estancia en Cuba, Obama se reunirá con el mandatario Raúl Castro y además mantendrá, entre otros, encuentros con 'cuentapropistas' como se llama en la isla al incipiente sector privado; con personalidades del mundo de la cultura y también con miembros de la sociedad civil independiente, incluidos disidentes.
Precisamente, este fin de semana, las disidentes 'Damas de Blanco' dieron a conocer una carta de Obama enviada a ese grupo femenino donde garantiza que hablará con Raúl Castro sobre la situación de los derechos humanos y libertades en Cuba.
También conocerá el Estadio Latinoamericano, donde asistirá a un simbólico partido amistoso de beisbol entre la selección cubana y el Tampa Bay Rays, de Florida.
El objetivo es que, durante su visita, Obama conozca "una representación variada del pueblo cubano", según dijo hoy el embajador en funciones de Estados Unidos en la isla, Jeffrey DeLaurentis, en entrevista.
Según DeLaurentis, la visita del presidente de Estados Unidos a la isla supone "una señal firme del cambio de relación entre Estados Unidos y Cuba y entre el pueblo cubano y estadounidense".
Obama aterrizará el domingo 20 en La Habana, afanada desde hace días en un visible trajín de obras y reparaciones en calles, avenidas, hoteles, monumentos y edificios de una ciudad que además no para de recibir turistas atraídos por la'cubamanía' que ha desatado el deshielo con Estados Unidos y la apertura internacional de la isla.
Al igual que en 2015, Cuba va este año camino de batir nuevo récord de llegada de visitantes extranjeros y ya ha recibido un millón en lo que va de 2016, lo que representa un crecimiento del 14.6 % respecto al mismo periodo del año anterior.
Los principales hoteles de La Habana están de bote en bote y con la presión añadida de acoger en los próximos días a la numerosa comitiva que se desplazará a la isla con motivo de la visita de Obama, a la que se sumarán más de 20 congresistas de Estados Unidos, empresarios de ese país y cientos de periodistas de todo el mundo para cubrir el evento.
Para poder acomodar a todos en La Habana, varios de esos hoteles han tenido que trasferir hacia el polo turístico de Varadero a cientos de turistas que, antes de conocerse la visita de Obama, habían reservado alojamientos para esos días, según diversas fuentes del sector turístico que prefirieron el anonimato.
La visita de Obama alterará previsiblemente la circulación rodada en la ciudad y también la actividad aeroportuaria: la Corporación de la Aviación Cubana ya ha informado de que se producirán distintos cambios en los servicios que presta el Aeropuerto Internacional José Martí, desde hoy lunes y hasta el 25 de marzo próximos.
Tras su llegada a Cuba en la tarde del próximo domingo acompañado de su esposa Michelle Obama y del secretario de Estado, John Kerry, Obama iniciará su visita oficial a este país el lunes 21 y permanecerá en la isla hasta el día 22, cuando volará a Argentina.
Durante su estancia en Cuba, Obama se reunirá con el mandatario Raúl Castro y además mantendrá, entre otros, encuentros con 'cuentapropistas' como se llama en la isla al incipiente sector privado; con personalidades del mundo de la cultura y también con miembros de la sociedad civil independiente, incluidos disidentes.
Precisamente, este fin de semana, las disidentes 'Damas de Blanco' dieron a conocer una carta de Obama enviada a ese grupo femenino donde garantiza que hablará con Raúl Castro sobre la situación de los derechos humanos y libertades en Cuba.
VISITA VARIOPINTA
Por otro lado, es previsible que el presidente de Estados Unidos visite algunas de las zonas más emblemáticas de la ciudad, como La Habana Vieja, el casco colonial de la urbe.También conocerá el Estadio Latinoamericano, donde asistirá a un simbólico partido amistoso de beisbol entre la selección cubana y el Tampa Bay Rays, de Florida.
El objetivo es que, durante su visita, Obama conozca "una representación variada del pueblo cubano", según dijo hoy el embajador en funciones de Estados Unidos en la isla, Jeffrey DeLaurentis, en entrevista.
Según DeLaurentis, la visita del presidente de Estados Unidos a la isla supone "una señal firme del cambio de relación entre Estados Unidos y Cuba y entre el pueblo cubano y estadounidense".
Lo vemos como una oportunidad de seguir ampliando espacios que van en beneficio de los propios cubanos", agregó el diplomático norteamericano.