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Luego de que Apple admitiera ralentizar sus modelos viejos de iPhone, la empresa deberá hacer frente al descontento de sus consumidores en la corte. Varias personas a lo largo de cinco estados de EE.UU. se han organizado para interponer dos demandas separadas, alegando un comportamiento "engañoso, inmoral y antiético" por parte de la compañía californiana.
Una de ellas, presentada en Chicago, señala que la actualización 10.2.1 del sistema operativo iOS está diseñada para "reducir a propósito las velocidades de rendimiento" de los iPhone 5, 6 y 7 para "someter innecesariamente a los consumidores a comprar iPhones más nuevos y más costosos", según informa Chicago Sun Times.
No obstante, Apple ha alegado que la polémica nueva función fue introducida para preservar la batería de los dispositivos, que de otra forma se apagarían inesperadamente con los requerimientos de energía cada vez más altos de las aplicaciones.
Sin embargo, la otra demanda —interpuesta en Los Angeles— reitera las acusaciones de la primera y añade que esta modificación al software, además de que nunca fue solicitada ni acordada públicamente, reduce el valor de los modelos de iPhone afectados por la deliberada reducción de velocidad, según informa TMZ.
Los denunciantes afirman que Apple infringe de esta forma las leyes de protección al consumidor sobre prácticas comerciales engañosas, y exigen una compensación económica cuyo monto no ha sido revelado.
Por su parte, el gigante de Cupertino afirma que la función permanecerá en el actual iOS 11.2 y pretende integrarla en las próximas versiones, y ha recomendado a los usuarios afectados la compra de baterías más modernas de fábrica para evitar este problema por un costo de unos 80 dólares. Actualidad RT