Noticias de Yucatán
(apro).- El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, detenido en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México acusado de operar con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, se quedó sin defensa legal con la renuncia del abogado Marco del Toro por motivos que no dio a conocer, pero insistió en que el caso es insostenible.
El también defensor de Elba Esther Gordillo dijo que su patrocinio terminó “por razones completamente ajenas al cliente”, pero se las reservó por secreto profesional.
Las acusaciones “son de fragilidad tal que no deben resistir un proceso penal, más allá de los linchamientos públicos irracionales”, señaló en un comunicado el despacho Del Toro Carazo Abogados.
El litigante insistió en que las acusaciones, las mismas por las que Gordillo se encuentra bajo prisión domiciliaria, “no tienen sustento alguno” porque se tratan de “meras percepciones” que no tienen que ver con las pruebas que hay en el expediente.
Las imputaciones del gobierno federal, agregó, son endebles. Añadió que los meses que faltan para la siguiente audiencia, prevista para el 31 de julio, les permitirán a los nuevos abogados tener una defensa sólida, mientras que las acusaciones del gobierno de Veracruz ni siquiera arrancan judicialmente, además de “estar muy lejos de ser veraces o fundadas”.
El gobierno de Miguel Ángel Yunes acusa a Duarte de Ochoa de abuso de autoridad, peculado, incumplimiento de deber legal, tráfico de influencias y coalición por el desvío de dos mil 300 millones de pesos del Seguro Popular.
En la defensa de su excliente, Del Toro aseguró que se trata de un caso “emblemático” construido con “estrategias mediáticas” y motivado por razones distintas a las judiciales.
“Javier” está “en medio del drama penal del que es indebida e involuntariamente protagonista”, aseveró.
Además de Marco del Toro, la defensa de Javier Duarte estuvo hasta ahora en manos de los abogados Luis Ricardo Chávez, Ricardo Calderón y Pablo Campuzano, quien lo acompañó el año pasado en las audiencias en Guatemala en su juicio de extradición a México.
(apro).- El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, detenido en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México acusado de operar con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, se quedó sin defensa legal con la renuncia del abogado Marco del Toro por motivos que no dio a conocer, pero insistió en que el caso es insostenible.
El también defensor de Elba Esther Gordillo dijo que su patrocinio terminó “por razones completamente ajenas al cliente”, pero se las reservó por secreto profesional.
Las acusaciones “son de fragilidad tal que no deben resistir un proceso penal, más allá de los linchamientos públicos irracionales”, señaló en un comunicado el despacho Del Toro Carazo Abogados.
El litigante insistió en que las acusaciones, las mismas por las que Gordillo se encuentra bajo prisión domiciliaria, “no tienen sustento alguno” porque se tratan de “meras percepciones” que no tienen que ver con las pruebas que hay en el expediente.
Las imputaciones del gobierno federal, agregó, son endebles. Añadió que los meses que faltan para la siguiente audiencia, prevista para el 31 de julio, les permitirán a los nuevos abogados tener una defensa sólida, mientras que las acusaciones del gobierno de Veracruz ni siquiera arrancan judicialmente, además de “estar muy lejos de ser veraces o fundadas”.
El gobierno de Miguel Ángel Yunes acusa a Duarte de Ochoa de abuso de autoridad, peculado, incumplimiento de deber legal, tráfico de influencias y coalición por el desvío de dos mil 300 millones de pesos del Seguro Popular.
En la defensa de su excliente, Del Toro aseguró que se trata de un caso “emblemático” construido con “estrategias mediáticas” y motivado por razones distintas a las judiciales.
“Javier” está “en medio del drama penal del que es indebida e involuntariamente protagonista”, aseveró.
Además de Marco del Toro, la defensa de Javier Duarte estuvo hasta ahora en manos de los abogados Luis Ricardo Chávez, Ricardo Calderón y Pablo Campuzano, quien lo acompañó el año pasado en las audiencias en Guatemala en su juicio de extradición a México.