México viene perdiendo competitividad desde el 2019, debido a que no hay certidumbre en el Estado de derecho, especialmente en la poca claridad que se tiene en las reglas del juego en materia de proyectos de inversión, coincidieron integrantes del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“No existe la certidumbre para llevar a cabo la planeación de proyectos de inversión y con niveles de riesgo aceptables, pensamos que faltan señales más contundentes por parte de la autoridad, tanto en la preservación del Estado de derecho como en la preservación de las reglas del juego”, dijo Ángel García-Lascuraín, presidente nacional del IMEF en videocoferencia.
De acuerdo con el Anuario de Competitividad Mundial 2020, elaborado por el Instituto para el Desarrollo Gerencial (IMD, por su sigla en inglés), México retrocedió tres posiciones, de la 50 a la 53, siendo la posición más baja que el país ha tenido desde 1997. Además, el país salió de las 25 economías más atractivas para la Inversión Extranjera Directa, según la consultora AT Kearney.
García-Lascuraín indicó que, desde el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha tenido mucha incertidumbre por una serie de medidas que se han tomado y que no mandan señales positivas para llevar a cabo el desarrollo de nuevos proyectos de inversión.
“No es una situación nueva (la caída de México en competitividad), es una tendencia que hemos venido observando desde el año pasado, cuando tuvimos una leve contracción económica, principalmente en la inversión. No es efecto de la pandemia, ésta sólo ha agravado la situación”.
A finales del 2018, siendo presidente electo, López Obrador anunció la cancelación del Nuevo Aeropuerto en Texcoco. En 2019, también se anunció la cancelación de las rondas petroleras, un proyecto de interconexión eléctrica en Baja California y recientemente se puso freno a proyectos que impulsen las energías renovables.
Gabriel Casillas, presidente del comité nacional de estudios económicos del IMEF, consideró que, en México desde hace muchos años, los empresarios estaban acostumbrados a que había cierta certidumbre sobre las leyes y donde había incertidumbre era en la manera en cómo se aplicaban las leyes.
“Lo que está pasando ahora es que, como se están cuestionando muchas leyes, los empresarios no sólo tienen que enfrentar la incertidumbre de la aplicación de las leyes, sino también se le agrega incertidumbre en torno a la ley”.
La principal causa de que México pierda atractivo en la inversión es la falta de certeza jurídica”, enfatizó.
El presidente nacional del IMEF calificó de preocupante que, una vez que se retome la normalidad en el país, tras la pandemia de Covid-19, “vamos a regresar a ese mismo entorno de falta de condiciones para llevar a cabo la inversión, en un momento en el que más se necesitan de proyectos de inversión para la recuperación económica”.
Todavía hay tiempo para ayudar a trabajadores
El IMEF estima que, al cierre del 2020, se habrán perdido un millón de empleos formales en el país.
Al respecto, los integrantes del Institulo comentaron que, si bien han pasado más de tres meses desde que inició la cuarentena, el gobierno federal todavía puede implementar políticas contracíclicas que puedan ayudar tanto a empresas como a trabajadores a enfrentar la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
“Todavía hay tiempo para establecer medidas, si bien no tendrán el mismo impacto si se hubieran implementado hace dos meses, es un hecho que todavía hay falta de liquidez y una fuerte incertidumbre sobre cuándo regresaremos a la normalidad”, agregó el presidente del IMEF.
Casillas mencionó que cerca del 98% de los países del mundo se van a endeudar para enfrentar la crisis económica del Covid-19, con lo que no estaría mal que México hiciera lo mismo.
Para ello, es necesario que se haga bajo tres condiciones: que los recursos de endeudamiento vengan etiquetados, que se haga una reforma fiscal para establecer un periodo de pago de la deuda y poner pausa a ciertos proyectos de inversión como el Tren Maya y la refinería Dos Bocas para reasignar los recursos a atender la emergencia sanitaria.
Para el cierre del 2020, el IMEF prevé que la economía mexicana caiga 8.5%, un inflación promedio de 3.10 y un tipo de cambio promedio de 23 pesos el dólar.