Un enorme incendio arrasó un pequeño pueblo del norte de
California, horas después de que las autoridades exhortaron a los residentes a evacuar inmediatamente sus hogares.
El centro de Greenville, una comunidad en el norte del
estado, fue asolado por las llamas luego de que los fuertes vientos empujaran
el incendio Dixie en esa dirección.
“Diría que la mayoría del centro de Greenville está
completamente destruido. Mi corazón está roto por este precioso pueblo”, tuiteó
el fotógrafo Stuart Palley, mostrando imágenes de la devastación.
Las autoridades habían previamente emitido alertas a los
residentes de Greenville y la cercana Chester, donde los vientos de hasta 56
km/h avivaron las llamas de Dixie, el mayor incendio del estado.
“Bomberos están luchando por el pueblo de Greenville”, dijo
un portavoz del servicio forestal estadounidense al diario San Francisco
Chronicle, la noche del miércoles, pero no dio más detalles.
Imágenes mostraban cómo el calor del incendio había doblado
postes eléctricos, y solo algunas estructuras quedaban aún de pie.
Las llamas alcanzaron el pueblo de unos 800 habitantes cerca
de las 16:00 horas del miércoles, según Jake Cagle, del servicio forestal.
“El comportamiento del incendio es intenso. No es a lo que
estamos acostumbrados”, dijo en un video la noche del miércoles.
Previamente, la oficina del alguacil del condado de Plumas
había emitido una orden de evacuación para que los cerca de dos mil residentes
de Chester abandonaran la zona.
“Si te quedaste debes evacuar hacia el ESTE ¡INMEDIATAMENTE.
Si no puedes evacuar y te ves amenazado por el fuego y puedes llegar a salvo,
¡refúgiate en el campo de béisbol del instituto de Chester!”, escribió la
oficina en Facebook.
En una segunda advertencia en las redes sociales, la oficina
añadió: “¡Si todavía estás en el área de Greenville, estás en peligro inminente
y DEBES irte ahora!!!”.
“Si te quedas, es posible que los socorristas no puedan
asistirte”.
El incendio Dixie calcina los bosques del norte de
California desde mediados de julio, un efecto más de la crisis climática que ha
provocado un calor sofocante y una alarmante sequía.
Para mediados de julio, el área incendiada en California era
más de 250% respecto a 2020, que a su vez fue el peor año en la historia
moderna del estado.