El Superbowl es esa fecha deportiva que atrae fanáticos de todo el mundo a reunirse en estadios, casas o restaurantes para ver el desempeño del juego. Para amenizar el rato, no pueden faltar snacks como los nachos con carne, papas fritas o hamburguesas, y junto a ellos, el clásico guacamole.
El aguacate, es uno de los productos que más se importan en Estados Unidos cuando sucede el Supertazón. Sin embargo, no tan lejos de su divertido consumo frente a la pantalla, hay una serie de variantes que relacionan la exportación mexicana de esta fruta con el crimen organizado.
Una fruta que vale millones
El domingo 12 de febrero los números en ventas de aguacate se dispararán cuando suceda el Superbowl. La Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México informó que para esta fecha, exportarán 130 mil toneladas de aguacate. Según el Gobierno de México, el aguacate mexicano es líder en producción y exportación a nivel mundial, y Estados Unidos es el principal mercado.
Para la edición 57 del Superbowl, de acuerdo con el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, este será el estado que más produzca aguacate para exportación. En el 2021, las exportaciones de aguacate desde México alcanzaron un valor anual de alrededor de 2 mil 900 millones de dólares estadounidenses.
Teniendo en cuenta el por qué le llaman el “oro verde” el aguacate se convierte en un producto querido por muchos, entre ellos, grupos del crimen organizado y el narcotráfico que, mediante la fuerza, amenazas y extorsiones se apropian de campos de cultivo de agricultores y productores de Michoacán o Jalisco.
La mano del crimen organizado
Desde la guerra contra el narcotráfico, cuando las estrategias del crimen organizado se agudizaron en el país, estos grupos criminales comenzaron a controlar las rutas de paso hacia la frontera con Estados Unidos y, con ellas, las exportaciones que se enviaban. Desde personas hasta productos. Esto de acuerdo con Eugenio Elizondo, de la Escuela de Negocios de Monterrey.
El rentable negocio de exportación de aguacate a Estados Unidos fue punto de mira para el crimen organizado. Una de las principales maneras de conseguir “su parte” fue extorsionando a las plantas empacadoras para reducir el pago a los agricultores en aras de pagar a los grupos criminales una cuota, de acuerdo con la National Public Radio de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, en otros puntos de Michoacán, el único Estado autorizado para exportar esta fruta a Estados Unidos y con estudios fitosanitarios que avalan la buena calidad del aguacate, además de Jalisco, hubo reportes de extorsiones a campesinos por derecho de piso para sembrar. De acuerdo con El País, los agricultores pagaban derechos de piso a la Familia Michoacana y a Los Caballeros Templarios, pero ahora se ven forzados a hacerlo al Cártel Jalisco Nueva Generación.
De esta manera el control de las rutas de transporte para exportación de aguacates, las extorsiones a las plantas productoras y pago de derecho de piso para los agricultores, desembocó en una violencia contra los productores que llegó a causar que Estados Unidos suspendiera las importaciones de la fruta temporalmente en 2022 después de amenazas a un inspector de dicho país.
Otro de los problemas consecuencia del crimen organizado son los problemas medioambientales que las zonas de cultivo de aguacate experimentan. Por ejemplo la tala de árboles injustificada. De acuerdo con Los Ángeles Times, la tala desmedida en Uruapan, un municipio de Michoacán fue producto de un grupo criminal llamado “Los Viagra” que destrozó un área natural protegida no para sembrar marihuana o amapola, sino aguacate.
Al mismo tiempo, las extorsiones continuaron contra los dueños de árboles de aguacate, que se encontraron en un fuego cruzado entre Los Viagra y el Cártel Jalisco Nueva Generación ya no por la producción de droga, sino por los recursos como tierra fértil, agua, y bosques para sembrar aguacate.
De acuerdo con el Sistema Integral de Comunicación, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), el cultivo del aguacate se apoya en prácticas como la tala indiscriminada e ilegal de árboles, daño al subsuelo y uso excesivo de agua, por mencionar algunos daños medioambientales de la producción no controlada de esta fruta.
De acuerdo con los centros de Investigaciones en Geografía Ambiental y de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM en 2015, el crecimiento de plantíos de aguacate dada la alta producción y demanda, dió como resultado un incremento de uso de suelo de hasta 10 veces desde 1974. Tal incremento volvió el sueloforestal en plantíos de aguacate al grado de provocar un deterioro de los ecosistemas forestales del estado de Michoacán, con la deforestación de 500 hectáreas anuales.
Como expresa la organización Biodiversidad LA, además del impacto ambiental, el uso de sustancias quimicas para la producción agricola "propician la contaminación de los suelos, la disminución de la biodiversidad genética, la vulnerabilidad de los cultivos a plagas y enfermedades, y el fomento del monocultivo. El uso indiscriminado de plaguicidas en la zona aguacatera de Michoacán permite que se apliquen 450 mil litros de insecticidas, 900 mil y 30 mil toneladas de fungicidas y de fertilizantes por año", informó la organización, terminando en la contaminación de cuerpos de agua.
Cada año se pierden entre 600 y 1000 hectáreas de bosques de pino y encino por siembras furtivas o ilegales, donde algunos productores queman ciertas partes de estas zonas para sembrar aguacate, según datos del gubernamental Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias. Además, como la BBC informó en su momento, la secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente de Michoacán estima que los cultivos ilegales de aguacate son de unas 20 mil hectáreas.
El efecto dominó continúa después de las amenazas cuando, además de ser extorsionados, o incluso si no lo son, el aumento de precio de los fertilizantes sintéticos y el de los combustibles se suman para aumentar a niveles históricos el precio de los aguacates. Esto trae consigo problemas de competencia comercial a los productores que no pueden subir más sus precios debido a otras competencias más estables.
Actualmente, el kilo de aguacate Hass en la CDMX está entre los 20 y 60 pesos pero, si te preguntas por qué se puede volver tan costoso un kilo de aguacates, recuerda que no hay solo un factor determinante, sino una serie de consecuencias que influyen el consumo, la producción y la exportación del famoso “oro verde”.