El martes el presidente Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre si estaría dispuesto a hacer una encuesta para que la estatua de Felipe Calderón Hinojosa sea removida de la famosa Calzada de los Presidentes en Los Pinos.
A este cuestionamiento el titular del Ejecutivo dijo que no creía necesario hacerlo, pues no ayudaría en nada y la historia sería la encargada de juzgar a cada uno de los expresidentes por sus hechos. Esto rápidamente hizo tendencia en redes sociales el nombre del exmandatario.
Esto hizo recordar que, aunque AMLO decidió mover la residencia oficial de Los Pinos a Palacio Nacional y ya no tuvo su escultura en la llamada Calzada de los Presidentes, hubo una vez que un monumento de 50 mil pesos se alzó en Atlacomulco, Estado de México, una región que tiene el paradigma de ser la cuna de priistas, incluida la familia del expresidente Enrique Peña Nieto.
Fue a finales de diciembre de año 2021 cuando en el municipio de Atlacomulco se vida nacer una escultura en honor al presidente Andrés Manuel López Obrador, que en ese entonces estaba por cumplir un mes en el cargo como titular del Ejecutivo.
Esta obra fue elaborada por artesanos del municipio de Tlalpujahua, Michoacán, utilizando cantera rosa y alcanzando una altura de 1.80 metros. El costo de la escultura se estimó en 50 mil pesos mexicanos.
El pedestal de hormigón incluía una placa que decía en letras mayúsculas: “LIC. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR PRESIDENTE DE MEXICO 2018-2024″.
Roberto Téllez Monroy, entonces alcalde de Atlacomulco, financió personalmente esta escultura como una “donación al municipio”. En palabras del alcalde, la escultura era un reconocimiento a López Obrador por su enfrentamiento a desafíos y vicios, así como un intento de mantenerlo presente en la mente de la gente.
Téllez Monroy, quien fue el primer presidente municipal no afiliado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en gobernar Atlacomulco, buscaba dejar una huella de su gestión y reconocer el movimiento de la Cuarta Transformación liderado por el morenista.
Críticas y demolición
A pesar de su inauguración, la estatua apenas duró tres días en pie. Durante la madrugada del 1 de enero de 2022, la escultura fue derribada y destruida por personas no identificadas, coincidiendo con el cambio de gobierno municipal.
La cabeza y las piernas de la estatua fueron reportadas como desaparecidas. Téllez Monroy presentó una denuncia por vandalismo, pero la investigación posterior quedó paralizada.
Según un comunicado de Téllez Monroy, vecinos informaron que alrededor del momento el alumbrado público se encontraba apagado ese día y la cámara de seguridad que grababa la estatua no funcionaba. Para abril de 2022 los restos aún estaban en manos de las autoridades debido a que no habían sido reclamadas.
La demolición del monumento provocó diversas reacciones. El expresidente de México, Felipe Calderón, sugirió que la destrucción ejemplificaba el significado de la Cuarta Transformación liderada por López Obrador.
En contraste, alrededor de 20 personas se manifestaron frente al palacio municipal en protesta por el acto de vandalismo.
A pesar de la controversia, López Obrador reiteró su postura de no erigir monumentos en su honor. Asimismo, en diversas ocasiones ha reiterado que no le gustaría tener calles y barrios nombrados con su nombre, apodo o siglas, señalando que ya no se debían hacer cultos a la personalidad.
