Más denuncias por invernaderos

02 marzo 2010
Noticias de Yucatán
(fomento agropecuario, corrupción, desvío, obras frenadas)
Otra vez Fomento Agropecuario en “el ojo del huracán”
02/03/2010

Además de las irregularidades detectadas en invernaderos de Motul, Sanahcat, Homún y Timucuy, ejidatarios de Poxilá, Umán, denuncian que también son víctimas de un fallido proyecto de ese tipo, en el que hubo presunto desvío de recursos.

Los campesinos aseguran que Fomento Agropecuario autorizó $800 mil para construir 2 naves en una parcela del ejido a nombre de 10 socios, pero “trianguló” el dinero por medio del empresario foráneo Adolfo Ibieta Espinosa, quien dejó abandonados los invernaderos.

Invernaderos abandonados

Los campesinos sólo recibieron $200 por estampar su firma

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02/03/2010

Campesinos de Poxilá, Umán afirman que en marzo del año pasado aceptaron dar sus tierras para la construcción de dos invernaderos con la promesa oficial de que generaría fuentes de empleo para la comunidad.
Empleados de la Secretaría de Fomento Agropecuario y Pesquero los visitaron para informarles del proyecto y realizaron varios viajes para supervisar que se construyan las amplias naves, en lo que todo parecía marchar correctamente.
Sin embargo, por alguna razón que desconocen, pasadas las elecciones federales de julio de 2009, la obra se detuvo y nunca más volvieron a ver a Adolfo Ibieta Espinosa, a quien, según los quejosos, la dependencia entregó $800,000 para hacer los invernaderos que servirían para cultivar chile habanero.
Hace unos días, en visita al lugar, aunque con cierto temor a represalias, los ejidatarios denunciaron los hechos y mostraron las naves que ya están destruidas y abandonadas.
Los campesinos aseguran que de los $800,000 que presuntamente le entregaron a Ibieta Espinosa, sólo les dieron a $200 a cada uno a cambio de que firmen un documento, de cuyo contenido nunca les informaron.
Consideran que el empresario recibió el dinero a nombre de ellos. Dicen que la “sociedad” de ejidatarios no tuvo ni nombre.
Los campesinos ignoran por qué nunca regresaron los supervisores de Fomento Agropecuario y hasta hoy nadie les ha informado qué pasó o qué va a pasar con los invernaderos.
En la parcela, ubicada detrás de la hacienda Poxilá, a un costado de la antigua carretera a Campeche, hay dos naves derruídas, llenas de maleza; tubos de PVC rotos y una bodega de mampostería cerrada.
Los campesinos dicen que cada nave medía 66 metros de largo por 42 de ancho. Comentan que un tal “Saúl” de Umán fue el proveedor de los materiales.
Los lugareños lamentan que el dinero se haya tirado o, peor aún, desviado, en un proyecto que nunca se concretó, cuando hay hambre y falta de empleo en esa comisaría de Umán. Fomento Agropecuario es blanco de una auditoría.

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